Elecciones 2021: estrategias digitales

Desde hace tiempo, la propaganda, el proselitismo y la comunicación política se han vuelto predominantemente digitales. Las redes sociales, los medios, los canales y las diversas plataformas son los escenarios más relevantes de contienda, debate, control, persuasión y manipulación de las voluntades electorales.

Por un lado, el imparable desplazamiento de los medios tradicionales y por el otro las secuelas y efectos de la pandemia de Covid-19 obligan al replanteamiento de las tácticas de proselitismo.

Es decir, aunque veremos lo de siempre: acarreos, compra del voto, mítines, despensas, recorridos y discursos; será imprescindible que los candidatos recurran a las herramientas tecnológicas de punta en materia electoral.

  1. Investigación y planificación. Gracias a los poderosos recursos que nos ofrecen por ejemplo el big data y la inteligencia artificial es hoy muy sencillo segmentar, micro segmentar, indagar y perfilar a lXs votantes.

Conocer las percepciones, prioridades, expectativas psicología y demografía de lXs ciudadanXs permite analizar el mercado, definir el perfil de candidatXs ideales, investigar tendencias de opinión y votación; concentrarse en los temas centrales; ajustar el presupuesto de campaña e integrar imagen, discursos, debates y propuestas en tiempo real, con un mayor alcance y eficiencia.

 

El enorme flujo de datos que se pueden obtener de los medios digitales nos permite construir una estrategia muy directa y simplificada. Hoy podemos detonar, orientar, estimular e influir sobre las emociones, intereses y demandas sociales, económicas y políticas.

Cómo, cuándo, donde, cuanto tiempo permanecen conectadXs los electorXs, cuáles son sus hábitos, cuánto gastan, que consumen, que les interesa, que les divierte, como piensan, con quién y cómo se relacionan, que buscan, a quien siguen, que noticias les llaman la atención, hasta como reaccionan, que expresan, como articulan sus palabras, que dicen sus gestos, todo esta al alcance y todo puede conectarse con sus preferencias políticas.

  • Cons(des)trucción de reputaciones. Uno de los mayores temores a los que se exponen lXs candidatXslo son las revelaciones, crisis y escándalos en Internet. Te puede llevar años y mucho esfuerzo construir una percepción positiva entre lXs electorXs, sin embargo, las redes sociales, los influencers, un video, una foto o un post pueden hacerla pedazos en tan solo unos segundos.

Los aspirantes a puestos de elección hacen de todo para construir una imagen valiosa y positiva, editan sus historias, resaltan sus cualidades y virtudes; pero tanto tus rivales como las audiencias digitales prefieren indagar, fiscalizar, encontrar y exponer las debilidades, vicios, defectos, mentiras y exageraciones en las que incurras. Tenemos una vida real pero también otra digital y -para tus audiencias clave- la segunda suele prevalecer sobre la primera.

 

En nuestros días, cualquier ciudadanX armadX con un celular se vuelve potencialmente un riesgo. Saber cuidar las palabras, los movimientos, las actitudes, los gestos y cada una de las señales que emitas es fundamental, no todXs soportan la presión, no todXs saben y se exponen de manera irresponsable e impreparada a estas arenas.

Todo -absolutamente todo- lo que hagas en campaña es susceptible de sátira, parodia, meme, ocurrencias o deformaciones, las audiencias consideran que todo es auditable y criticable, zapatos con suela desgastada, ropa sucia, la incomodidad de tu pareja en los eventos de campaña, sudoración, la risita fingida, el beso repudiado, la postura y las fallas en el equipo técnico, pedir el voto es (debería ser) cosa muy seria y profesional.

Salir a hacer campaña te expone a que salgan a la luz pública las anécdotas, propiedades, excesos, chismes, conflictos, fiestecitas, rumores, relaciones y negocios vergonzosos, censurados, privados o de dudosa procedencia en los que podrías estar involucradX. Si son ciertos o no -eso no importa- la cuestión es que puedan ser usados en tu contra, capitalizados en las urnas y que, sobre todo, se hagan virales.

Ante esto, toda contingencia tiene una medida preventiva, hoy puede eliminarse, limitarse o moldearse la evidencia digital de un pasado desastroso, existen herramientas para auditar tu reputación en los medios digitales y para repararla antes de salir a campaña, si tienes duda consulta a lXs expertXs.

  • Influencers y comunidades. Para reclutar, convencer y difundir tus propuestas no hay nada mejor que ir conforme a lo que es tendencia, las redes sociales te permiten acceder a públicos enormes de manera fácil, simple y económica, saber usar estas plataformas te da una ventaja comparativa contra otros candidatXs.

 

Hacer campaña hoy requiere de contar con un manejo excelso de todas las plataformas, no caigas en el ridículo, si no sabes cantar, bailar o no eres simpáticX, busca los elementos de tu personalidad que puedan servir a una estrategia electoral, en los medios digitales si existe la publicidad negativa, mala, mordaz y alterada.

Ni los likes, los deditos arriba ni las vistas son votos efectivos y muchas veces la gente los emite por lástima, pena ajena, burla, sarcasmo o simplemente para mostrarle al mundo que no eres mas que un accidente patético de la democracia, una mala selección bizarra o un error de programación de los partidos políticos.

Los influencers dictan tendencia, marcan, alinean y despliegan su peso entre sus seguidores, a ningún aspirante le conviene pelearse o quedar mal ante ellos, no quieres acarrear a comunidades enteras en tu contra, acuerda, concilia, demuestra, ponte en orden si no quieres arrastrar el peso de detractores y críticos altamente tecnologizados.

reuters