Emergencia en Haití: violencia sin control y un sistema de salud al borde del colapso

La última ola de violencia comenzó hace una semana, poco después de que el primer ministro, Ariel Henry, acordara celebrar elecciones generales a mediados de 2025 mientras participaba en una reunión de líderes caribeños en Guyana.

(France24).- El Gobierno haitiano anunció este jueves que extenderá el estado de emergencia alrededor de Puerto Príncipe al menos por un mes más, tras la ola de violencia de pandillas que amenazan con derrocar al Ejecutivo y que generó el desplazamiento forzado de miles de familias. Mientras, la ONU advirtió que la atención médica está al borde del colapso. 

La prórroga fue anunciada mediante un decreto publicado en un número especial del diario oficial de Haití, ‘Le Moniteur’, y fue firmada por el Consejo de Ministros. La decisión se produce después de que el miércoles expirara el estado de emergencia y el toque de queda de 72 horas prorrogables, que se había decretado el domingo para esa zona debido a la escalada violenta provocada por las bandas armadas, y en ausencia del primer ministro, Ariel Henry, quien se encuentra en Puerto Rico.

La última ola de violencia comenzó hace una semana, poco después de que el primer ministro, Ariel Henry, acordara celebrar elecciones generales a mediados de 2025 mientras participaba en una reunión de líderes caribeños en Guyana. Durante estos ataques, las pandillas incendiaron comisarías de policía, dispararon contra el principal aeropuerto internacional, que permanece cerrado, y tomaron el control de las dos prisiones más grandes de Haití, liberando a más de 4.000 reclusos.

Henry había viajado a Kenia para promover el despliegue de una fuerza policial respaldada por la ONU para ayudar a combatir las pandillas en Haití. Sin embargo, en enero, un tribunal keniano dictaminó que el despliegue era inconstitucional, y no está claro si la fuerza se desplegará debido a la incertidumbre política. 

En los recientes ataques decenas de personas perdieron la vida, incluyendo varios agentes de Policía. La violencia de esta semana deja más de 15.000 personas sin hogar, que se suman a los aproximadamente 300.000 haitianos obligados a desplazarse debido a conflictos entre pandillas en los últimos años.

Este jueves se reportaron saqueos por parte de pandillas en el puerto principal de la capital, donde contenedores cargados de alimentos fueron objeto de robo, lo que genera preocupación ante una posible escasez de las provisiones.

«Si no podemos acceder a esos contenedores, Haití pronto pasará hambre», aseguró Laurent Uwumuremyi, director de la ONG Mercy Corps en Haití.

“Es actualmente el único medio para transportar alimentos y suministros médicos para organizaciones humanitarias y de desarrollo desde Puerto Príncipe a otras partes del país», comunicó la ONU. 

La atención médica en Haití al borde del colapso

La agencia de asuntos humanitarios de la ONU emitió una advertencia asegurando que el sistema de salud en Haití está al borde del colapso, con escasez crítica de personal médico, equipos, camas, medicamentos y suministros de sangre para atender a los pacientes con heridas de bala.

Según el Programa Mundial de Alimentos, PMA, de la ONU, alrededor de dos docenas de camiones que transportaban equipos vitales, suministros médicos y alimentos quedaron varados en el puerto de la capital. El PMA informó que ha suspendido su servicio de transporte marítimo debido a la «inseguridad».

Según Médicos Sin Fronteras, MSF, al menos 2.300 personas murieron a causa de la violencia en 2023 solo en el barrio de Cité Soleil, en Puerto Príncipe, donde vive el 9% de la población de la capital. 

«Es probable que la magnitud real de la violencia sea mucho mayor», afirmó MSF. El organismo reabrió una clínica de emergencia en la capital, que fue cerrada después de que hombres armados interceptaran una ambulancia y mataran a un paciente que era atendido. 

«Estoy acostumbrado a ver cuerpos en el suelo. Estoy acostumbrado a ver cadáveres carbonizados. Estoy acostumbrado a escuchar explosiones. A veces es alguien que conoces», comentó un miembro del equipo de MSF. 

La enviada especial de la ONU para Haití, María Isabel Salvador, pidió el envío de una fuerza respaldada por la ONU «para evitar que el país se hunda aún más en el caos, ya que la violencia de las pandillas en Haití ha alcanzado niveles sin precedentes».

Según un funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, ese país planea desplegar un Equipo de Seguridad Antiterrorista de la Flota del Cuerpo de Marines, conocido como equipo FAST, en Haití para proteger la Embajada de Estados Unidos. El funcionario habló bajo condición de anonimato.

Haití vive una situación política y de seguridad volátil desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, que dejó al país sumido en la incertidumbre y la agitación. Ariel Henry asumió el poder poco después del asesinato de Moïse, aunque no fue elegido popularmente. Sin embargo, su Gobierno ha aplazado en varias ocasiones la celebración de elecciones, bajo el argumento de establecer primero condiciones de seguridad para garantizar un proceso electoral libre y justo.

Martine Moïse, viuda del presidente fallecido y sobreviviente del atentado y acusada recientemente junto con otras 50 personas por su presunta implicación en el asesinato de 2021, denunció en una declaración que Haití está sumido en el caos. 

Moïse acusa a quienes ostentan el poder actualmente de intentar culpar a las víctimas y desviar la atención de los verdaderos responsables del crimen. La situación se agrava aún más por la creciente influencia y control territorial de parte de las pandillas, quienes realizan secuestros para exigir rescates y acumulan grandes arsenales de armas de fuego, muchas de las cuales se cree que han sido traficadas desde Estados Unidos.

“La gente con armas es esencialmente el árbitro actual de la política haitiana”, afirmó Robert Fatton, experto en política haitiana de la Universidad de Virginia. «Las pandillas han ganado la batalla hasta ahora», concluyó. 

Proceso