En exportación, el bloque T-MEC pierde terreno frente a la Gran China

Del 2002 a la fecha, la región asiática casi duplicó que participación y llegó a casi un quinto de las ventas externas globales, mientras que Norteamérica ha caído de 17.2% a 12.8%.

Los miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) han erosionado progresivamente su participación en forma conjunta en el total de exportaciones de productos del mundo en las últimas dos décadas.

La cobertura correspondiente de estos tres países se redujo de 17.2% en 2002 a 12.8% en 2021, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En 2019, su participación era de 13.6%, por lo que América del Norte también ha perdido competitividad reciente. Ese fue el año anterior a la pandemia de Covid-19 y también el año previo al inicio del T-MEC, que entró en vigor el 1 de julio de 2020, de modo que este viernes cumplirá dos años.

Por el contrario, la región denominada la Gran China (República Popular de China, Hong Kong, Taiwán y Macao) incrementó su porción en el total de exportaciones de mercancías de 10.3% en 2002 a 19.3% en 2021.

La República Popular de China tiene dos regiones administrativas especiales -Hong Kong y Macao- y espera que la comunidad internacional acceda a sus deseos sobre Taiwán y se adhiera a las políticas de «una sola China» (que la mayoría de los países han aceptado formalmente), en tanto que Taiwán considera que debe tener legitimidad internacional porque es una democracia con poder económico.

Además, la integración de la región del T-MEC a las cadenas mundiales de valor se ha visto disminuida por la salida de Estados Unidos del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, antecesor del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico -TIPAT, integrado por 11 naciones).

En cambio, China pactó la Asociación Regional Económica Integral (RCEP) con Filipinas, Malasia, Indonesia, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania, Camboya, Japón, Corea del Sur, Australia, India y Nueva Zelanda. Y solicitó integrarse al TIPAT.

El TIPAT y otros acuerdos comerciales regionales que no involucran a los Estados Unidos, como la RCEP, pueden perjudicar el comercio de los Estados Unidos con los miembros, ya que los participantes reducen sus barreras comerciales a otros miembros, pero no a los Estados Unidos, y posiblemente establezca reglas que pueden no alinearse con los intereses estadounidenses.

Frente a frente

En particular, comparando 2002 con 2021, China incrementó su participación en las exportaciones mundiales de productos de 5.1 a 14.1%, mientras que la rebanada correspondiente a México bajó de 2.5 a 2.3%, respectivamente.

El TIPAT involucra a tres de los cuatro principales socios comerciales de Estados Unidos y puede expandirse a otras economías importantes, lo que podría conducir a una mayor integración económica y liberalización comercial entre las partes.

Estados Unidos sigue con interés los acuerdos de China, porque ambos países tienen posiciones contrastantes en asuntos como las empresas de propiedad estatal y las disciplinas comerciales digitales.

De acuerdo con la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la política comercial tuvo efectos importantes en la resiliencia del comercio internacional durante la pandemia. En promedio, el comercio sujeto a acuerdos comerciales profundos disminuyó 4 puntos porcentuales menos que los promedios mundiales.

Una posible razón es que los acuerdos comerciales con un alcance que va más allá de las concesiones de acceso mutuo al mercado a menudo reducen la incertidumbre de las transacciones transfronterizas porque prevén compromisos políticos más estrictos, un marco legal más desarrollado y una convergencia regulatoria mejorada.

China tuvo su mejor desempeño en la participación del comercio global en 2020, porque fue el país con más resiliencia frente a la pandemia de Covid-19 en ese año, al tiempo que gran parte del resto del mundo tuvo graves afectaciones por disrupciones en las cadenas de suministro, cierres de plantas y problemas logísticos.

El Economista