En un país que se encuentra en medio de una crisis de derechos humanos, el titular del organismo encargado de velar por los derechos humanos de los ciudadanos debe de ser una figura fuerte y de contrapeso, advierte Amnistía Internacional.
Este martes el Senado de la República votará nuevamente para elegir al nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de acuerdo a una terna integrada por tres aspirantes, Rosario Piedra, Arturo Peimbert y José de Jesús Orozco.
El próximo presidente de la CNDH, que sustituirá a Luis Raúl González Perez, será el responsable de una entidad autónoma que vela por la defensa de los derechos humanos a través de la emisión de recomendaciones y recepción de quejas. Además esta figura se debe de comportar como un contrapeso importante para el gobierno, explicó Tania Reneaum Panszi, la Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México.
“Se necesita una CNDH que sea un verdadero contrapeso como lo mandata la constitución, una persona técnicamente fuerte, que sepa proponer en sus recomendaciones y dialogar con las víctimas y el Estado”, declaró Reneaum Panszi en entrevista para Forbes México.
Refirió que México atraviesa una crisis en la materia, con altas tazas de homicidios y crímenes de género, por ello la importancia de que la persona que esté al frente de este organismo emita recomendaciones técnicamente impecables y sepa dialogar con las víctimas y las autoridades.
“Constitucionalmente la CNDH está diseñada para ser un contrapeso (al gobierno), y si no hay una persona al frente que sepa hacer el contrapeso, la norma constitucional se puede ver debilitada”, subrayó.
¿Quienes compiten por el cargo?
Rosario Piedra Ibarra es hija de la activista mexicana que lleva el mismo nombre, quien hace unas semanas el Senado le otorgó la medalla Belisario Domínguez. Ambas, madre e hija, han dedicado gran parte de su vida a luchas sociales referentes a la defensa de pueblos originarios.
A Piedra Ibarra también se le ha relacionado con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya que su madre fue su compañera de lucha, lo cual pondría en peligro la autonomía de la institución de llegar a precidirla, de acuerdo con algunos legisladores.
A pesar de que la fundadora del Comité Eureka ha conseguido la mayoría de los votos en el congreso, no ha obtenido los suficientes para que sea aprobada su elección, es decir dos terceras partes de la cámara alta.
Arturo Peimbert Calvo, además de ser ex presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca ha sido miembro de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO).
Licenciado en derecho por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Peimbert Calvo le dio seguimiento al caso de Noxchitlán, donde el 19 de junio de 2016 se registró un enfrentamiento entre pobladores del lugar y fuerzas federales.
Su propuesta para la CNDH, explicó el aspirante, se basa en un enfoque interdisciplinario. “Trabajo social, psicología, sociología, antropología, todas las humanidades harán una gran aportación. Vamos por una defensoría estratégica de los derechos humanos”.
José de Jesús Orozco Henríquez, además de ser licenciado y doctor en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, es integrante de su junta de gobierno y del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Así como es integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el pasado fue presidente durante dos periodos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Orozco Henríquez también ha sido consejero de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y Magistrado de la primera integración de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, Ricardo Monreal, dijo que en caso de no llegar a un consenso para elegir al nuevo titular del órgano nacional en materia de garantías individuales, “se puede llegar a la fecha límite que marca la ley” para elegirlo.
Ante este posible escenario, precisó que no hay un supuesto jurídico para que alguien entre en funciones en la titularidad de la Comisión Nacional si no se logran las dos terceras partes.
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