¿En qué se diferencian las estaciones meteorológicas y las astronómicas?

Aunque empiezan y terminan en los mismos meses, se basan en fenómenos diferentes.

i te digo que el otoño ya comenzó, ¿qué te parece? La afirmación será correcta o no dependiendo de si nos referimos al otoño astronómico o al otoño meteorológico. Y es que hay dos formas de entender las estaciones del año.

Mientras que en astronomía se utilizan las estaciones astronómicas, en meteorología se usan las estaciones meteorológicas. Aunque empiezan y terminan en los mismos meses, se basan en hechos diferentes. Las primeras se basan en la posición relativa que hay entre el Sol y la Tierra a lo largo del año. Las segundas consideran el ciclo anual de las temperaturas.

Estaciones astronómicas

La Tierra está inclinada unos 23.5º con respecto al plano en el que se mueve alrededor del Sol, es decir, con respecto a su órbita. Esta inclinación es crucial en el clima de nuestro planeta porque produce la existencia de las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno. En cada estación, la región del planeta que está iluminada por la radiación que llega del Sol es diferente.

Si la Tierra no estuviera inclinada, o el ángulo de inclinación fuera muy pequeño, las estaciones no serían tan marcadas. Por ejemplo, no habría cambios tan importantes en la temperatura entre unas y otras. El clima sería mucho más uniforme y eso podría haber cambiado el rumbo de nuestro planeta.

En el sistema solar hay algunos planetas que no tienen prácticamente variaciones climáticas a lo largo de su recorrido alrededor del Sol. Por ejemplo, en Venus y Júpiter, que tienen una inclinación con respecto a su órbita pequeña, cercana a los 3º, las estaciones son muy difíciles de diferenciar.

Como las estaciones terrestres están determinadas por la forma en que incide la luz solar, el inicio y fin de las mismas se define con base en las posiciones del Sol con respecto a la Tierra.

Por un lado, están los solsticios. En estos momentos el Sol alcanza el punto máximo y mínimo en el cielo y marcan el inicio del verano y del invierno, respectivamente. Se suele decir que en los solsticios el día es el más largo (en verano) o el más corto (en invierno) del año. Los solsticios ocurren entre el 21 y 22 de junio (el de verano en el hemisferio norte e invierno en el sur) y entre el 21 y el 22 de diciembre (el de invierno en el hemisferio norte y verano en el sur). Aquí hacemos un inciso para resaltar que el verano y el invierno no son los momentos de máxima y mínima cercanía entre la Tierra y el Sol.

Por otro lado, están los equinoccios. En estos momentos, el Sol pasa directamente por encima del Ecuador. El eje de rotación de la Tierra forma un ángulo de 90º con respecto al plano de la órbita terrestre (o a la línea imaginaria que une la Tierra con el Sol). Esta circunstancia hace que ese día, es de día durante aproximadamente 12 horas y de noche durante otras 12 horas. Los equinoccios ocurren entre el 20 y el 21 de marzo (el de primavera) y entre el 22 y 23 de septiembre (el de otoño).

En el hemisferio sur, las fechas son las mismas pero las estaciones están intercambiadas (verano con invierno y primavera con otoño).

Las estaciones climáticas se basan en el ciclo anual de temperaturas.
Las estaciones climáticas se basan en el ciclo anual de temperaturas.iStock.

Estaciones meteorológicas

Estas estaciones están definidas por cambios en la temperatura de forma anual. Se agrupan los meses que tienen una temperatura parecida. El invierno corresponde a los meses de diciembre, enero y febrero; la primavera, a los meses de marzo, abril y mayo; el verano a junio, julio y agosto; y el otoño, a septiembre, octubre y noviembre.

A diferencia de las estaciones astronómicas, las climáticas comienzan y terminan siempre en los mismos días: la primavera comienza el 1 de marzo, el verano el 1 de junio, el otoño el 1 de septiembre y el invierno el 1 de diciembre.

Cada estación dura entre 90 y 92 días. La motivación para utilizar estas estaciones es que al tener fechas de inicio y fin específicas, es más sencillo hacer cálculos estadísticos, por ejemplo, para observar las variaciones de temperatura.

Entonces, ¿ha comenzado el otoño?

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