El grupo de las siete principales economías del mundo (G7) está participando en un “juego peligroso” al hacer críticas agresivas y sin fundamento al Kremlin por sus acercamientos a China, dijo el jueves a Reuters el embajador ruso en Londres, Andrei Kelin.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 denostaron este mes tanto a China como a Rusia, calificando al Kremlin de “malicioso” y a Pekín como “intimidante”, pero más allá de los discursos, hubo pocos pasos concretos además de expresar su apoyo a Taiwán y Ucrania.
El G7, en un comunicado de 12,400 palabras, dijo que Rusia era una influencia desestabilizadora en el mundo debido a su anexión de la región de Crimea en 2014, su acumulación de tropas en la frontera de Ucrania y su intromisión en los asuntos internos de otros países.
Kelin dijo que la crítica del G7 era parcial, conflictiva, carecía de sustancia y estaba avivando sentimientos antioccidentales entre los rusos, mientras que su actitud agresiva hacia Rusia y China estaba uniendo a las dos potencias.
“Este es un juego peligroso”, dijo Kelin, de 64 años, a Reuters. “Rusia y China tienen un enorme potencial en diferentes campos -en la economía, en la tecnología, en las capacidades militares, en la política- este potencial se extiende por todo el mundo”, detalló. “No somos aliados de China, sin embargo, las presiones a Rusia y China cierran nuestras filas con Pekín, y en ese sentido estamos cada vez más unidos contra los desafíos que se presentan desde Occidente”, expresó.
Rusia, el país más grande del mundo por territorio, niega que se entrometa más allá de sus fronteras y dice que Occidente está ensimismado en una histeria anti-rusa.
China, la segunda economía más grande del mundo, dice que las potencias de Occidente actúan desde la intimidación y que sus líderes tienen una mentalidad post-imperialista que les da la idea de que pueden actuar como custodios en la comunidad global.
Los líderes del G7 se reunirán para una cumbre en St Ives, en la región de Cornualles, en el sur de Inglaterra, del 11 al 13 de junio. Se espera que la forma de abordar las políticas en torno a la Rusia liderada por el presidente Vladimir Putin esté en la agenda.
Reuters