Juan Ignacio Barragán: el fracaso

“El que tiene oídos para oír, oiga… porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden…”
Mateo 13:9-18 / Reina-Valera 1960
Por: Obed Campos
Ahora sí que el que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos, que vea, porque se necesita estar ciego para no ver que la visita de Adán Augusto López Hernández, secretario de gobernación, y el mero mero de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González, no fue para tomar el té ni un asunto meramente protocolario o socialito.
No señor, el anuncio de que serán los militares (otra vez) los que encabecen la construcción del Acueducto El Cuchillo 2, no es cosa menor, sino la muestra del fracaso de Juan Ignacio Barragán y su pandilla en Agua y Drenaje de Monterrey, quienes, en pos del saqueo, por lo visto no han podido con el paquete.
Barragán y compañía minimizaron el problema y creyeron que dirigir la paraestatal era un baile de postín y ya ve usted los sedientos no resultados…
Con la toma de la obra por parte de la milicia debe de quedar en claro que es un “hazte a un lado” para las huestes estatales y una muestra y despliegue del poder castrense en México.
Los militares saben bien aquella máxima de que el poder no se comparte, así que los que ya se lamían los bigotes creyendo que les iban a dar chance de hacer de las suyas en esa mega obra, pues simplemente se quedarán con las ganas.
Si tuviera un poquito de vergüenza, que no la tiene, Barragán se iría a su casa a taparse con una cobija hasta la cabeza, y no sacar ni las orejas hasta la Navidad de 2029. Pero la vergüenza es como el agua: escasa.
Y sabe usted a quien hace quedar mal Juan Ignacio, pues a su joven jefe, el gobernador Samuel García.
@obedc