La 4T tampoco tiene prisa en la reconstrucción por los sismos

Pese a su deseo por hacer una reconstrucción de viviendas e inmuebles dañados por los sismos de septiembre de 2017 con mayor coordinación, eficacia y transparencia, la llamada Cuarta Transformación lleva un avance lento en las obras.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lleva un avance de apenas 30% en las obras que se impuso él mismo para este 2019, de acuerdo con un reporte presentado ayer por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) sobre el Programa Nacional de Reconstrucción.

Así, de 46,119 “acciones” a ejecutar en 11 entidades del país –Oaxaca, Chiapas, Puebla, Morelos, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz y Tabasco–, lleva apenas poco más de 13,800.

DE 2017

Del total de acciones, 38,836 son parte del rubro de vivienda, 7,344 son de educación, 132 son de salud y 1,780, de cultura.

Gráfica: Sedatu

Con respecto a sus metas para este año, los sectores de vivienda y salud son los que llevan más retraso, con 26% y 17%, respectivamente. En contraste, educación –donde se contempla la reconstrucción de escuelas– tiene un avance de 59% y cultura, 47%.

David Cervantes Peredo, subsecretario de Ordenamiento Territorial de la Sedatu y comisionado nacional para la Reconstrucción, indicó que las más de 32,000 acciones restantes proyectadas para 2019 se terminarán durante los tres meses que quedan del año e incluso el primer trimestre de 2020.

Inclusive si se cumplen las metas para 2019, la reconstrucción de las viviendas dañadas por los sismos estará lejos de terminarse, pues sólo se habrá llegado el 41% de avance general.

Gráfica: Sedatu

Giro a la reconstrucción

El titular de la Sedatu, Román Meyer, informó que desde el periodo de la transición de gobierno detectaron anomalías en el proceso de reconstrucción, motivo por el cual tuvieron que rehacer procesos, por ejemplo, en el censo de damnificados.

Entre las irregularidades detectadas con una revisión a un muestreo de viviendas estuvieron que en entidades como Morelos y Guerrero, más de la mitad de las familias recibieron incompletos sus apoyos; en Chiapas, una de cada tres familias jamás recibió recursos para la reconstrucción.

“Cuando recibimos la estafeta (del gobierno del sexenio anterior) nos dijeron que teníamos que dar la última vuelta; sin embargo, cuando arrancamos nos dimos cuenta que apenas estábamos iniciando”, expresó Meyer.

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Por tal motivo, agregó Cervantes Peredo, con el nuevo gobierno se dio un giro a la reconstrucción y, de entrada, se instalaron Coordinaciones Estatales en siete entidades.

Tras ello se comenzó a dar un acompañamiento con 220 asistentes técnicos que han asesorado a las familias para que sus nuevas viviendas tengan seguridad estructural y estén ubicadas en zonas fuera de riesgo, para lo cual se hizo un análisis de vulnerabilidad de asentamientos humanos.

El encargado de la reconstrucción prometió que en los próximos días quedará en línea la página reconstruyendoesperanza.gob.mx, en la cual se podrá dar seguimiento con transparencia a cada una de las acciones del proceso de ayuda a damnificados de los sismos.

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Por Lulú Torres*

Hoy más que nunca tenemos que estar reinventándonos y adaptándonos a los cambios, de ahí la importancia de estar en constante capacitación.

No obstante, no podemos resumir la capacitación en un curso y nada más. La capacitación tiene que ver con 3 factores: La regla en capacitación que hoy está muy en boga: 70-20-10. Si tu formación dentro de la empresa corresponde a un 100%, el 70% tiene que ver con la capacitación en el lugar de trabajo (training on the job). El 20% tiene que ver con el mentoring o coaching; es decir, cómo un líder te enseña la manera correcta en la que debes hacer las cosas. Y el 10% tiene que ver con capacitación vía cursos, diplomados, talleres, etc. Todo ello te hace “accountable” de tu propio desarrollo.

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¿Por qué capacitarse?

  • Contribuye a generar más líderes, generando un Semillero
  • Crea conocimiento y habilidades en todos los puestos
  • Promueve una mejor relación entre el líder y sus colaboradores
  • Mejora la comunicación del equipo con otras áreas de trabajo
  • Agiliza la toma de decisiones y solución de problemas
  • Vuelve más productiva a la gente
  • Genera nuevas ideas

Uno de los riesgos que la no capacitación genera es la desmotivación del empleado, aunado a una rotación de personal dentro de una organización.

Lo que viene 

Partimos de la importancia de desarrollar las competencias que cada empleado requiere para realizar su labor, y facultarlos, lo cual busca que los colaboradores realicen su trabajo sin necesidad de un líder, con el fin de que éste sea más estratega y menos operativo.

Algunas tendencias hacia el 2020:

  • Microaprendizaje: Se trata de darle al aprendiz contenidos cortos, en pequeñas cantidades, pero de manera constante. Es decir, en vez de darle un curso de cinco días, se administra la información mediante, por ejemplo, vídeos de corta duración, breves mensaje de texto, mensajes de recordación en celulares, y ellos mismos pueden transmitir sus aprendizajes en vivo y mandarlos al equipo.
  • Gamificación. Ya es una realidad en México. Aunado a lo anterior, se pretende además que la capacitación sea divertida para los adultos, a través de juegos en línea. Una aplicación que le genera puntos a la persona que se está capacitando, mismos que puede canjear por diferentes productos o servicios en el departamento de RRHH. Esta herramienta asegura que las personas estén en el juego, aprendan y se diviertan. Los juegos fomentan la participación.
  • Aprendizaje social. Aprender de otros miembros del equipo. Puede ser, por ejemplo, cuando aprendemos de las personas que tienen nuestro mismo puesto en otra región o país donde la compañía tiene una filial. Un intercambio de ideas y presentación de diferentes ópticas de un mismo tema, que se traduce en una herramienta muy productiva.
  • Aprendizaje adaptado. Ésta se adapta a las necesidades y capacidades del colaborador. De un curso de 8 módulos, se va dosificando la capacitación en pequeñas partes en base a lo que se necesite en el momento, ahorrando tiempo y acelerando el aprendizaje.
  • Aprendizaje de inmersión. Se trata de hacer trabajo de campo. Sumergirse, por ejemplo, en el conocimiento y aprendizaje de las prácticas que la organización realiza en otros países, para después implementarlas en México. El aprendiz o colaborador se sumerge en ese entorno. Se pueden utilizar también mundos virtuales y aprender desde su avatar, lo cual ahorra costos.

 Forbes México.