Estas frases de Haruki Murakami, el autor japonés más famoso de la actualidad, son un buen recordatorio sobre la vida, el amor, la muerte, el olvido, la soledad.
Los lectores del escritor japonés Haruki Murakami se cuentan por miles alrededor del mundo. No es para menos: Murakami sabe plasmar en sus historias sentimientos universales como el amor, la soledad, el abandono, los sueños rotos, el sinsentido y la nostalgia pura. Este coctel de sentimientos los podemos encontrar en novelas inolvidables como Kafka en la orilla, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Tokio Blues o 1Q84, que han llevado a su autor a ser uno de los más buscados en las librerías. En Muy Interesante queremos hacer un reconocimiento a la trayectoria de este escritor y por ello rescatamos 20 frases de Haruki Murakami que tocarán tu corazón.
“Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar; por más que las guardes, lo que no tiene que quedar desaparece”.
“Debemos tratar a los demás de manera que, a su muerte, no nos queden remordimientos. Con justicia y, a ser posible, honradez”.
“Tiempo y la libertad son lo más importante que el dinero puede comprar para el ser humano.”
“Detesto a mucha gente y mucha gente me detesta a mí, pero también hay personas que me gustan, me gustan mucho y no tiene nada que ver con que me correspondan. Yo vivo así. No quiero ir a ninguna parte. No necesito la inmortalidad.”
“Porque si hay un contrincante al que debes vencer en una carrera de larga distancia, ése no es otro que el tú de ayer.”
“No importa si no vivo mucho pero mientras viva, quiero al menos que esa vida sea plena.”
“Si no quieres acabar en un manicomio, abre tu corazón y abandónate al curso natural de la vida”.
“Hay dos tipos de personas: los que son capaces de abrir su corazón a los demás y los que no. Tú te cuentas entre los primeros”.
“Cerrar los ojos… no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho, las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Sólo un cobarde cierra los ojos. Cerrar los ojos y taparse los oídos no va a hacer que el tiempo se detenga”.
“Las cosas que se pueden comprar con dinero es mejor comprarlas sin pensar demasiado si ganas o pierdes. Es mejor ahorrar las energías para aquellas cosas que no pueden comprarse con dinero”.
“En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada”.
“Pero, a fin de cuentas, ¿quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz”.
“Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazón en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabe?, son una fuente de infelicidad…”.
“En el fondo, pienso que nunca he elegido nada por mí mismo, que todo me ha venido dado, que simplemente he interpretado los papeles que me han caído en las manos. Cuando de noche me despierto y pienso en eso, me entra pánico. ¿Quién soy? ¿Cómo soy en esencia? ¿Quién lleva las riendas de mi vida?”.
“El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica”.
“La manera en que los demás me ven no me atañe. Más bien, eso es algo que sólo les atañe a ellos”.
“Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.”
“A lo largo de nuestra vida vamos descubriendo poco a poco nuestro verdadero yo; y a medida que lo descubrimos, perdemos parte de nosotros mismos”.
“No pierdas a nadie importante por culpa de miedos y orgullos estúpidos.”
“Hay personas que pueden herir a otras, sólo por el mero hecho de existir.”
“Todo pasa. Nadie tiene algo para siempre. Así es como tenemos que vivir.”
Haruki Murakami es un traductor y escritor de novelas japonés, que ganó un premio por su primera novela Escucha la canción del viento (1979). Los críticos describen su estilo de escritura como “fácilmente accesible, pero profundamente complejo”. Murakami tiene una gran influencia de la cultura, la música y la literatura occidental.
Su estilo literario ha sido llamado “misterioso y surrealista”. Tokio Blues, de 1987, fue un gran éxito en Japón. Se trata del libro que le abrió las puertas al resto del mundo y todavía se mantiene como uno de sus títulos más recordados y leídos.
Murakami nació el 12 de enero de 1949 en Kyoto, Japón.
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