Funcionarios públicos, viajeros en el Ártico y desarrolladores de pruebas y vacunas Covid-19 entran en la lista.
La ciencia en 2020 demostró su relevancia para dar respuestas a los problemas de la humanidad y la naturaleza, probablemente con el mayor reto de los últimos años: el combate al SARS-CoV-2 que ha cobrado la vida de miles de personas. Sin embargo, se espera que la aportación de cientos de investigadores haga la diferencia en un 2020 que trajo aportaciones importantes y que Nature, una de las revistas científicas más importantes, destacan en su lista de los diez personajes más importantes del año.
El único latinoamericano en esta lista es el virólogo Gonzalo Moratorio, mejor conocido como «El cazador de coronavirus», quien ayudó a que Uruguay tuviera una respuesta exitosa frente a la pandemia.
Con sus colegas diseñó una prueba de coronavirus y un programa que ha ayudado a mantener a raya los casos de Covid-19 en su país. Aunque Brasil y Argentina siguen con casos en ascenso, Uruguay registra una de las cifras de mortalidad más bajas del mundo: 87 personas al 10 de diciembre. “Estamos ganando tiempo y todo el tiempo que compramos será valioso hasta que lleguen los medicamentos o las vacunas».
Mediante las letras de Emiliano Rodríguez Mega, periodista de ciencia y el único mexicano que participó en la creación de esta lista, se narra cómo Moratorio comenzó el año emocionado como jefe de su propio laboratorio. Planeaba estudiar cómo mutan los virus para hacerlos menos dañinos, pero desde marzo él y otros investigadores se reunieron para discutir qué hacer ante el brote de coronavirus.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Con experiencia en salud pública, epidemiología y asuntos exteriores, prometió crear una agencia que actuara ante la crisis de COVID-19, misma que ha puesto a prueba la capacidad de la OMS para manejar una pandemia global. Con su empatía, accesibilidad y trabajo se ha ganado a muchos profesionales de la salud pública, pero también ha sufrido críticas, como que la agencia adoptó un enfoque conservador al revisar la evidencia científica limitada. Tedros dice que su enfoque sigue siendo el «final del juego» de COVID-19: garantizar que todos los países tengan el mismo acceso a las vacunas.
Verena Mohaupt, patrullera polar
En la mayor expedición de investigación del Ártico en la historia, de nombre Observatorio multidisciplinario a la deriva para el estudio del clima ártico (MOSAiC), esta jefa de logística mantuvo a los científicos a salvo de los osos, del frío extremo y de ellos mismos. El barco y un elenco rotatorio de aproximadamente 300 científicos se desplazaron con el hielo para recopilar datos sobre el cambio climático. Dirigida por el científico atmosférico Markus Rex de AWI, la misión ayudará a los modeladores a pronosticar mejor cómo el calentamiento transformará el mundo en las próximas décadas, lo que hubiera sido imposible sin la labor de Mohaupt.
Adi Utarini, investigadora de salud pública
Dirigió un ensayo pionero de una tecnología que podría ayudar a eliminar el dengue. En agosto, su equipo informó que podría señalar el camino hacia la derrota de esta enfermedad que afecta hasta a 400 millones de personas al año.
Utarini y sus colegas lograron reducir los casos de dengue en un 77% en una ciudad de Indonesia liberando mosquitos que habían sido modificados para evitar que transmitieran el virus . Los epidemiólogos elogiaron el resultado como asombroso y una victoria contra un virus que ha afectado especialmente a países de bajos ingresos en Asia, África y Sudamérica.
Kathrin Jansen, líder de Pfizer
Cuando se produjo la pandemia de Covid-19, las vacunas basadas en ARN mensajero eran una tecnología no probada. Ninguna empresa había obtenido la aprobación para su uso humano, pero con el recuento de muertes en marzo, Jansen hizo todo lo posible por la nueva plataforma de vacunas.
Como jefa de investigación y desarrollo de vacunas en la farmacéutica estadounidense Pfizer, lideró un esfuerzo vertiginoso para demostrar que la vacuna Covid-19 de la compañía era segura y eficaz. Su equipo logró esto en 210 días, desde el comienzo de las pruebas en abril hasta la finalización de los ensayos clínicos de fase III en noviembre.
Zhang Yongzhen, virólogo
Después de días de vacilación, acordó publicar en línea el genoma del virus que estaba causando una enfermedad similar a la neumonía en Wuhan, China.
Su intercambio le mostró al mundo que se trataba de un nuevo coronavirus, similar al que causó el mortal brote de SARS en 2003 (síndrome respiratorio agudo severo). Los investigadores estudiaron de inmediato el genoma para investigar las proteínas clave del virus, producir pruebas de diagnóstico y diseñar vacunas .
Chanda Prescod-Weinstein, cosmóloga
Dirige un grupo que traza un mapa de las próximas dos décadas de investigación utilizando observaciones astrofísicas para estudiar la materia oscura. Además terminó su primer libro y es profesora titular en la Universidad de New Hampshire en Durham, pero lo más destacable es que en junio organizó con otros científicos la Huelga por Vidas Negras para exigir que las instituciones confronten el racismo en la ciencia y la sociedad.
Li Lanjuan epidemióloga
La epidemióloga de 73 años de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou pidió que Wuhan, con una población de 11 millones, fuera bloqueada de inmediato. “Si la infección continúa propagándose, otras provincias también perderán el control, como Wuhan. La economía y la sociedad de China sufrirán seriamente”, anunciaba en enero. Las advertencias de Li ayudaron a impulsar una acción decisiva.
Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda
Con apenas seis casos de coronavirus en su país, la dirigente anunció medidas estrictas para frenar el brote, incluido el autoaislamiento de dos semanas para todos los que llegaran a Nueva Zelanda. También, el cierre de puertos marítimos para cruceros y restricciones de viaje a vecinos vulnerables del Pacífico. “Debemos esforzarnos e ir temprano. Debemos hacer todo lo posible para proteger la salud de los neozelandeses «, dijo. Menos de dos semanas después, Nueva Zelanda entró en un bloqueo nacional.
Anthony Fauci, investigador de enfermedades infecciosas
Como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) estadounidense, ha guiado a seis presidentes con brotes de VIH, Ébola y Zika. Ahora su papel de asesorar al gobierno y comunicarse con el público durante la pandemia de coronavirus lo ha convertido en el médico de la nación. Ha ofrecido orientación sobre la respuesta de Estados Unidos al brote, a menudo en conflicto con los deseos del presidente Donald Trump.
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