Los ingresos de Nextel Brasil llegaron a 146.8 millones de dólares (mdd), lo que significa una baja de 1% en valores reales contra los 181 mdd reportados en el primer trimestre de 2018.
El beneficio operativo antes de depreciación y amortización (Oibda) fue de 19 mdd, contra 1 millón registrados un año atrás.
La utilidad neta atribuible a NII Holding, dueña de Nextel Brasil, fue de 4.9 millones de dólares en este periodo, lo que revirtió una pérdida de 30 millones de dólares registrada un año atrás.
“A pesar de la venta pendiente de Nextel Brasil, estamos manteniendo nuestra estrategia operativa y administrando nuestros negocios en el curso normal, mientras continuamos disciplinados sobre los gastos, incluso con nuevos esfuerzos para reducir costos”, afirmó el director general de la empresa, Roberto Rittes.
Las fuentes de financiamiento de Nextel Brasil totalizaron 226 millones de dólares, incluidos 120 mdd de efectivo no restringido e inversiones a corto plazo y 106 mdd de efectivo mantenidos en depósito para garantizar las obligaciones de indemnización relacionadas con la venta de las operaciones a Claro, de América Móvil.
En el primer trimestre del año, Nextel Brasil reportó 132 mil adiciones netas móviles y cerró el periodo con 3.4 millones de clientes, que significan un incremento interanual de 6%.
Ya para este trimestre no posee más clientes en la plataforma IDEN, debido a que están todos migrados a WCDMA. Para este periodo, el ingreso promedio por usuario (ARPU) fue de 14 dólares contra los 17 dólares reportados un año atrás.
En el informe destaca que el operador todavía tiene cerca de 200 millones de dólares en créditos tributarios relacionados con pagos indebidos de impuestos anteriores.
La empresa tiene cinco años para utilizar ese recurso, pero bajo los términos del acuerdo que posee con América Móvil, “Nextel Brasil no puede usar estos créditos fiscales antes de cerrar la transacción, excepto para propósitos específicos a solicitud de América Móvil”, dijo la empresa.
Esta nota se publicó originalmente por Digital Policy & Law