OMS declara el fin de la emergencia sanitaria internacional del viruela del mono

«Aunque las emergencias de mpox y covid-19 han terminado, la amenaza de nuevas olas permanece para ambos. Ambos virus siguen circulando y ambos siguen matando», dijo el doctor Tedros Adhanom.

MADRID (EUROPA PRESS) -El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró el fin de la emergencia sanitaria internacional por mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, dado el descenso de casos a nivel mundial.

«Ayer se reunió el Comité de Emergencia para el mpox y acordó un nuevo plan, y me recomendó que el brote internacional de mpox dejase de ser una emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo, y me complace declarar que ya no es una emergencia de salud pública a nivel mundial», anunció el director general de la OMS en rueda de prensa desde Ginebra (Suiza) este jueves.

Desde julio de 2022, momento en que se activó la emergencia, se han notificado a la OMS más de 87 mil casos y 140 muertes por mpox, procedentes de 111 países. Si bien Tedros ha anunciado que en los últimos 3 meses se han notificado casi un 90% menos de casos de mpox que en los tres meses anteriores, ha advertido de que, al igual que con la covid-19, «eso no significa que el trabajo haya terminado».

«Aunque celebramos la tendencia a la baja de los casos de mpox a nivel mundial, el virus continúa afectando a las comunidades en todas las regiones, incluso en África, donde la transmisión aún no se comprende bien», recordó.

Por ello, los casos relacionados con los viajes en todas las regiones ponen de relieve la «amenaza continua», según la OMS. Además, Tedros también ha hecho hincapié en que existe «un riesgo particular» para las personas que viven con una infección por VIH no tratada.

No obstante, para la OMS «sigue siendo importante» que los países mantengan sus capacidades de análisis y prosigan sus esfuerzos, evalúen su riesgo, cuantifiquen sus necesidades de respuesta y actúen «rápidamente» cuando sea necesario.

Una enfermedad rodeada de estigma

El director general del organismo sanitario de las Naciones Unidas también hizo mención al «estigma» que ha rodeado a la enfermedad durante todo este tiempo, al ser principalmente prevalente en hombres que tienen sexo con otros hombres. Además, fuera del contexto africano, alrededor de la mitad de los casos se han dado entre personas que viven con el VIH.

«Si bien el estigma ha sido una preocupación impulsora en la gestión de esta epidemia y continúa obstaculizando el acceso a la atención para la mpox, la temida reacción violenta contra las comunidades más afectadas en gran medida no se ha materializado», apuntó Tedros.

La OMS recomendó la integración de la prevención y atención del mpox en los programas de salud existentes, para permitir el acceso continuo a la atención, y una respuesta rápida para hacer frente a futuros brotes.

«Aunque las emergencias de mpox y covid-19 han terminado, la amenaza de nuevas olas permanece para ambos. Ambos virus siguen circulando y ambos siguen matando», concluyo Tedros.

Descenso de casos «impresionante»

Por su parte, la vicepresidenta del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) en el ámbito del brote de mpox, la profesora Nicola Low, ha recalcado que el descenso del número de personas infectadas ha sido «impresionante» como resultado de las acciones de salud pública, las intervenciones, la cooperación internacional y las intensas actividades de muchas de las comunidades implicadas.

«Este descenso en el número de personas infectadas continúa, pero también continúa la transmisión. Y seguimos viendo pequeños números de casos y algunos brotes más pequeños en países concretos. Así que hay una incertidumbre comprensible sobre la probabilidad de un gran resurgimiento de la infección», advirtió.

Asimismo, también ha admitido que hay «lagunas en el conocimiento», incluyendo los modos de transmisión en algunos países, la efectividad de las vacunas y la «continua» falta de medidas preventivas efectivas, particularmente en países africanos donde la transmisión y los casos de mpox ocurren regularmente.

En este sentido, Low reconoció que existe «menos compromisos de los esperados o de los deseados» en cuanto a la equidad y distribución de las vacunas contra esta enfermedad, en particular, en África.

«Así que la recomendación del comité de que se levante la emergencia de salud pública se tomó tras intensas deliberaciones y discusiones en la reunión de ayer», admitió.

Con todo, desde el comité consideran que los restantes desafíos se abordan mejor a través de esfuerzos sostenidos a largo plazo. «Eso significa avanzar hacia la transición hacia una estrategia que va a gestionar los riesgos de salud pública a largo plazo planteados por la viruela del mono, en lugar de las medidas de emergencia que son inherentes a la emergencia de salud pública de interés internacional», explicó.

Así, el comité reconoce la necesidad de mantener los planes de control del mpox para que, a largo plazo, la transmisión entre humanos sea eliminada, así como la mitigación de la transmisión zoonótica cuando sea posible.

Esta «transición» requiere muchas actividades «integradas», según Low. Además de la mencionada inclusión de las medidas de prevención de esta enfermedad en los programas nacionales de vigilancia y control, la OMS también pide reconocer que la infección por VIH es una amenaza importante y un factor de riesgo de enfermedad grave y muerte por mpox. De hecho, estos pacientes suelen ser los que se enfrentan a una mayor discriminación y estigmatización debido a la enfermedad que padecen.

«Es por ello que necesitamos asegurarnos de que existe un compromiso internacional en los esfuerzos para hacer frente a estos problemas: solidaridad internacional y que esta transición a través de una serie de recomendaciones temporales no se pierda», apuntó.

Al igual que Tedros, Low declaró que la recomendación de levantar la emergencia de salud pública de preocupación internacional «no significa en absoluto que el mpox ya no sea una amenaza de enfermedad infecciosa».

«Lo que significa es que necesitamos contar con los compromisos internacionales que nos permitan alcanzar los objetivos a largo plazo de control y eliminación de la transmisión de persona a persona», reiteró.

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