Por el momento el océano Pacífico se encuentra en estado neutral pero es muy probable que el fenómeno de El Niño se forme entre mayo y septiembre de este año.
La Organización Meteorológica Mundial de la ONU advirtió este martes sobre la probabilidad de que el fenómeno de El Niño se forme este verano, provocando un aumento de temperaturas a nivel global.
Actualmente, el Pacífico Tropical se encuentra en un estado neutral, en el que no se manifiestan ni El Niño ni La Niña, pero hay un 80 por ciento de probabilidad de que se produzca una transición hacia el primero entre julio y septiembre, detalló la agencia en un comunicado. Sin embargo, hasta ahora no hay indicaciones sobre su fuerza o duración.
“Lo más probable es que el desarrollo de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las posibilidades de batir récords de temperatura”, declaró Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
El efecto del fenómeno sobre las temperaturas globales suele manifestarse al año siguiente de su desarrollo por lo que el repunte será mas evidente en 2024. También se espera un incremento de temperaturas en zonas terrestres del hemisferio norte y sur.
De acuerdo con la organización, a partir de febrero de este año, se ha producido un aumento significativo de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial, con un calentamiento notablemente más fuerte a lo largo de la costa de América del Sur.
Esto a pesar de que en los últimos tres años, el fenómeno de la Niña frenó temporalmente el aumento de temperatura global.
¿En qué consiste el fenómeno de El Niño?
El Niño es un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de la temperatura de la superficie del océano Pacífico tropical central y oriental. Se produce cada dos a siete años en promedio y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses.
De acuerdo con la ONU, el Niño suele provocar aumento de precipitaciones en América del Sur, graves sequías en Australia y el sur de Asia y sus aguas cálidas pueden alimentar huracanes en el centro y el este del océano Pacífico.
Al contrario de El Niño, el fenómeno de La Niña produce un enfriamiento anómalo en el océano Pacífico, provocando cambios en el movimiento de las masas de aire lo que a su vez favorece la formación de lluvias en unas áreas o sequías extremas en otras, explica la UNAM.
Ambos fenómenos se alternan en un ciclo irregular denominado Oscilación Meridional de El Niño que puede afectar el clima de todo el planeta.
El Financiero