El Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha dicho que no estuvo de acuerdo con la consulta de la Revocación de Mandato.
Cárdenas vino a Monterrey recientemente y lo dijo con todas sus letras: “es innecesario el gasto que realizaron para la consulta.”
Sin embargo, lo más relevante que nos comentó Cárdenas en esa ocasión fue lo siguiente: “las personas siempre son prescindibles, pero no las instituciones. El Instituto Nacional Electoral (INE) no debe desaparecer”.
En la izquierda mexicana actual no existe una figura más congruente que Cuauhtémoc Cárdenas. Búsquenle por donde le busquen.
Cada vez que quiero enterarme de una visión objetiva y desinteresada sobre cualquier asunto de índole política, consulto lo que opina de ello Cárdenas. No hay pierde.
“De casta le viene al galgo”, dice un dicho español. En México solemos traducir este dicho con uno de contenido similar: “De tal palo, tal astilla”.
Cuauhtémoc Cárdenas podrá ser acusado de muchas cosas (nadie está exento de la crítica) menos de carecer de autoridad moral, como igual la tuvo su padre, el General Lázaro Cárdenas.
A muchos nos consta que Cuauhtémoc Cárdenas no pierde el tiempo con frivolidades, es respetuoso de las opiniones contrarias a la suya y como añadido diré que no le gusta decir ni escuchar palabras altisonantes. Odia las mentadas de madre.
Casi al final de su vida, el General Lázaro Cárdenas leyó públicamente un documento denominado “Testamento político”.
Reproduzco para mis lectores un par de párrafos de este documento muy valioso para el debate público:
“La libertad es la primera condición de la justicia. A su amparo, la libertad de pensar, de hablar y escribir, la libertad de acción política de los organismos y grupos de oposición contribuyen a vitalizar la práctica de la democracia, a depurar la acción de los gobernantes y a vigorizar la autoridad moral del régimen”.
“Aún ciertos excesos en el uso de las libertades se pueden comprender y ponderar (…) Los avances obtenidos en el ejercicio de las libertades públicas y de los derechos ciudadanos son modestos en relación con la madurez que el país ha cobrado en otros órdenes de la vida nacional, y es sano y conveniente reconocer esta realidad con espíritu autocrítico”.
Un crítico del sistema político de quien yo me siento más afín en convicciones y temperamento es don Daniel Cosío Villegas, quien a partir de los 70 años comenzó a escribir artículos de prensa y se volvió la más grande autoridad moral entre los periodistas de su época.
Don Daniel no era cardenista, era liberal de la vieja escuela (modestamente como yo) y estoy seguro que de vivir actualmente hubiera sido el opositor más encarnizado del Presidente López Obrador, pero también el más ponderado.
La opinión que tenía don Daniel sobre el sistema del PRI lo podría aplicar a la perfección al sistema de la 4T.
Reproduzco a continuación lo que dice al respecto este sabio en sus “Memorias”: Las tres grandes lacras que pesaban en los años 70 sobre la vida política nacional, eran:
“1.-El excesivo poder del Presidente.
2.- El predominio aplastante de un partido.
3.-El peso asfixiante de la Federación sobre las regiones.
4.-Las viejas y malas costumbres políticas mexicanas”.
Los cuatro puntos ilustran la situación imperante en el México actual.
Todo lo anterior sirva para aclarar la opinión que tengo al respecto de la consulta de Revocación de Mandato que se realizó ayer en México: un gasto inútil.