Proveedores del Grito de Independencia: ¡Viva el año de Hidalgo!

El Presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que aclararnos cuánto nos costó a los contribuyentes mexicanos el pasado Grito de Independencia. 

Hasta ahora la respuesta presidencial ha sido escueta y reticente. Le dedicó apenas unos minutos en su mañanera y casi nos tranquilizó diciendo que se dividieron gastos entre varias dependencias federales y el gobierno de la Ciudad de México. ¡Qué alivio! 

Sobre todo, se compartieron gastos para cubrir el espectáculo público que encabezó el grupo musical Los Tigres del Norte (dicen que en esta ocasión no desafinaron como de costumbre en sus audiciones en vivo, me consta porque yo soy fan acérrimo de ellos y no me gusta que queden mal ante el respetable). 

Desde Presidencia me aseguran que a diferencia de otros sexenios, a los contribuyentes los Gritos de Independencia en el Zócalo, nos han salido en promedio muy barato con la 4T. 

Si uno ve fríamente las cifras, puede que AMLO tenga razón: el Grito de 2019 ha sido el más austero en la historia reciente de México. Solamente nos costó a los contribuyentes 9.8 millones de pesos. Como quien dice, una bicoca. Sobre todo si se le compara con lo que gastaron Peña Nieto y Calderón (siempre el malo de la película).

Sin embargo, tanta austeridad espartana, senequista, franciscana, republicana, cicatera o cómo se le quiera adjetivar, es una soberana jalada. Y les voy a explicar por qué. 

Esta comparación con sexenios anteriores es mañosa, porque en el 2019 hubo un Grito que no se puede medir igual que el reciente de 2022, donde se echó la casa por la ventana porque se trata del 212 aniversario del día en que simbólicamente somos libres, independientes, soberanos y quién sabe cuántas cosas más. ¿Y cuál es la importancia de que celebremos el 212 aniversario de la Independencia de México? No se. Quizá es el número 212 es cabalístico. 

Si se promedian los Gritos de la 4T, el resultado del gasto es bajo; si se les toma por separado, la cosa cambia significativamente en este 15 de Septiembre pasado. 

Por ejemplo, en aquel entonces (2019) no hubo invitados especiales extranjeros, como Evo Morales, no hubo Tigres del Norte, no hubo cena de honor (o de gala, como suele decirse), no hubo derroche de confetis. 

Pero sí hubo, con otro nombre y triangulando gastos, los mismos proveedores de ahora. Y durante varios años estuvo la misma proveedora favorita. Se llama Yazmin Bolaños. 

¿Cuál era la actividad empresarial principal de Yazmín Bolaños? Rentar de vez en cuando sillas para eventos chiquitos y pequeñas plantas de luz. Eso sin contar con que recibía un sueldo mensual como empleada de cierta oficina privada por algo así como $ 2,800 pesos, menos impuestos. 

Un día, de buenas a primeras, a Yazmin se le ocurrió la original idea de licitar para la organización completa del Grito de Independencia del gobierno federal en Palacio Nacional ¿Y qué creen? Ganó el concurso. Brincó a las grandes ligas. 

¿Cómo le hizo? Mañana se los cuento. Pero lo suyo es toda una hazaña digna de contársela a cualquier tiburón inversionista. 

Después de platicarles mañana cómo le hizo la audaz, intrépida y visionaria Yazmín Bolaños para cumplir su hazaña empresarial les daré pesos, pelos y señales de quienes son los proveedores favoritos de otros Gritos de Independencia estatales y municipales, incluyendo los de Nuevo León. 

Les aseguro que pondrán el grito en el cielo.