Cuatro días de terror. Del martes 9 al viernes 12 de agosto se soltaron los demonios en Jalisco, Guanajuato, Baja California y Chihuahua.
Vecinos muertos. Comercios y gasolineras incendiadas. Bloqueo de carreteras. Violencia. Sangre, dolor y lágrimas.
Al mismo tiempo, el gobierno federal nos asegura que el crimen en México “está debilitado”.
¿Crees tú que el narco ya perdió fuerza? ¿Crees tu que la delincuencia va de salida?
Dado que ya adivino tu respuesta, déjame explicarte en unas cuantas líneas por que el crimen está tomando más fuerza que nunca.
En México se mata cada día a cien personas en promedio. Más de la mitad de esta cifra son personas inocentes. Pudimos ser cualquiera.
El gobierno de López Obrador, sin embargo, explica que estos daños colaterales se deben a que su estrategia de seguridad “está funcionando”.
¿De verdad está funcionando? En cualquier país del mundo que no estuviera en guerra o que no fuera víctima del terrorismo de Estado, estos cuatro días apocalípticos hubieran provocado el escándalo global.
Se acusaría a ese país de ingobernable. O de sumirse en un torbellino de terror.
Por eso algunos creemos que en México vivimos un universo paralelo. Al quinto día de los hechos violentos, una gobernadora difundió un video muy bien producido, desde el interior de sus camioneta blindada, poniendo cara de alegría porque la gente ya caminaba por las calles.
¿Y que esperaba, señora gobernadora? Si la gente común y corriente no sale a trabajar se muere de hambre.
A pesar de los bajos sueldos y la canasta básica por las nubes, la gente tiene que arriesgarse a pisar las banquetas.
Sus hijos comen diario.
Otra alcaldesa ya dio con la solución mágica. Los criminales pueden pedir cobro de piso, mientras no se metan con la familia de quien es extorsionado.
Dicho de otro modo, la señora les autoriza a extorsionar, pero selectivamente. Pueden cazar víctimas pero eligiendo a quien si y a quien no.
Eso solo lo creíamos ficción en una saga de películas titulada “La Purga”. ¿Viste alguna?
En “La Purga” el crimen masivo se autoriza solo una noche al año. En México por el contrario, se autoriza desde hace un par de sexenios con diferentes estrategias, pero con el mismo resultado.
Es solo que a veces, como esos cuatro días, a los purgadores “se les pasa la mano.