El utilizar falsas promesas populares, pero difíciles de cumplir (a veces cono halagos de por medio) y otros procedimientos similares para convencer al pópulo y utilizarlo así en función de la ambición política, con el uso de halagos (o sobadas de lomo) es demagogia.
Ante una crisis tan grave como la sequía que vivimos en Nuevo León, es facilísimo que “las estrellas” que “iluminan” el firmamento político caigan en las promesas fáciles y se conviertan así en los falsos profetas que usan las lenguas demagógicas como sus instrumentos para aprovecharse de la ocasión.
Ahí tienen ustedes a la familia Junco, que encabeza un tal Alejandro Junco de la Vega, quien desde su periódico El Norte (papá de Reforma) anuncia el foro “Reto Histórico: Agua para Nuevo León, para el próximo 4 de agosto.
Rosario Sánchez Flores, investigadora senior del Instituto de Recursos Hídricos del Estado de Texas y de la Universidad de Texas A&M es una de las personalidades que supuestamente analizará el caso Nuevo León para que sirva de ejemplo no solamente nivel nacional, sino en América Latina y el Mundo.
Y yo me pregunto: Junco de la Vega incluirá el capítulo “cómo desviar el curso de un río” en el temario del foro.
Porque en eso sí es un experto el señor: ahí tiene usted el caso de su rancho en el municipio de Allende, cuyo campo de golf y estanques se alimenta de las escasas aguas del Río Ramos, y nadie le dice nada.
Organizar un foro en plena crisis hídrica con esas actitudes, es no tener…