
Sin embargo, el presidente Donald Trump confirmó que sus planes para imponer tarifas a camiones medianos y pesados siguen adelante.
La administración de Donald Trump impuso formalmente aranceles del 25 por ciento a los camiones medianos y pesados importados y a sus partes, así como un 10 por ciento a los autobuses, mientras extendió una exención clave para los fabricantes automotrices estadounidenses.
El presidente Donald Trump firmó este viernes 17 de octubre una proclamación que aplicará los nuevos gravámenes a camiones y autobuses a partir del próximo sábado 1 de noviembre, según informaron altos funcionarios del gobierno. Trump ya había anunciado su intención de imponer estos impuestos comerciales.
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La medida también prolonga hasta 2030 un descuento arancelario otorgado previamente a las automotrices de EU que fabrican y venden vehículos terminados, y establece un plan para aplicar un beneficio similar a los camiones.
Las importaciones de camiones que califiquen para alivio bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) estarán exentas, pero los autobuses no, aclararon los funcionarios.
El Gobierno de Trump también creará una nueva excepción para las compañías que fabriquen motores para autos de pasajeros y camiones medianos o pesados dentro de Estados Unidos. Este esquema seguirá el modelo del programa de compensaciones vigente para vehículos terminados, aunque no entrará en vigor de inmediato.
Las decisiones reflejan el delicado equilibrio que busca Trump mientras intenta reorientar los flujos globales de comercio y reactivar la manufactura nacional.
Donald Trump usa los aranceles como herramienta para penalizar las importaciones y estimular la producción y el empleo doméstico, aunque las cadenas globales de suministro siguen siendo esenciales incluso para la producción estadounidense.
Algunos fabricantes de camiones presionaron intensamente para reducir los aranceles, mientras otros sectores advirtieron que los gravámenes generalizados podrían incrementar los costos de los vehículos y afectar a las industrias de la construcción y el transporte.
La exención del T-MEC podría mitigar el impacto en las pickups Ram de Stellantis ensambladas en México, que forman parte de los 245 mil camiones medianos y pesados importados a Estados Unidos en 2024, según datos del Departamento de Comercio.
¿De qué trata el ‘alivio’ en aranceles firmado por Trump?
De acuerdo con la medida de alivio automotriz, las ensambladoras podrán reclamar una compensación equivalente a 3.75 por ciento del valor de los vehículos fabricados en Estados Unidos, destinada a amortiguar el costo del arancel de 25 por ciento sobre partes importadas y dar tiempo para relocalizar cadenas de suministro al país.
Aunque Trump planeaba eliminar la compensación en un plazo de dos años, ahora extenderá el programa por cinco años, según los funcionarios. El esquema de motores seguirá el mismo periodo.
La concesión representa una victoria paraFord y General Motors, que habían argumentado que las políticas comerciales de Trump beneficiaban a algunos competidores extranjeros. En especial, a los autos fabricados en Japón, que pagan aranceles de 15 por ciento bajo un acuerdo bilateral, en lugar de 27.5 por ciento que se les imponía antes.
“Un campo de juego nivelado, con una cadena de suministro estable y asequible, significará más crecimiento en Estados Unidos y, en última instancia, más seguridad laboral y reparto de utilidades para nuestros trabajadores de primera línea”, dijo Jim Farley, director ejecutivo de Ford, en un comunicado.
Los nuevos aranceles sobre autopartes y camiones forman parte del creciente conjunto de gravámenes que Trump aplica a diversos bienes de consumo, desde acero y cobre hasta madera y muebles tapizados.
El expresidente impuso los aranceles bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que permite gravámenes para responder a importaciones que se consideren una amenaza a la seguridad nacional.
El Financiero