Los ejecutivos de Twitter pretenden alinearse a las condiciones del fundador de Tesla, por lo que le podrían otorgar un flujo masivo de datos.
Los accionistas de Twitter planean cumplir con las demandas de datos que solicitó Elon Musk para concretar la compra de la red social, reveló The Washington Post.
En el sitio web del periódico estadounidense, se detalla que la compañía pretende alinearse a las condiciones del fundador de la empresa automotriz Tesla, por lo que le otorgará el flujo masivo de datos que comprende más de 500 millones de tuits publicados cada día.
“La información podría proporcionarse tan pronto como esta semana”, adelantó el diario.
Actualmente, “pocas” empresas pagan por acceder al “tesoro”, que comprende no solo un registro en tiempo real de los tuits, sino también los dispositivos desde los que tuitean, así como información sobre las cuentas que publican.
El lunes pasado, los abogados de Musk acusaron a la red social de negarse a entregar información sobre spam y cuentas falsas que el hombre más rico del mundo ha estado solicitando desde el pasado 9 de mayo.
Musk amenaza con no consumar compra de Twitter
Musk dijo en una carta que se reservaría “todos los derechos que de ahí se derivan, incluido el de no consumar la transacción”.
El empresario sostiene que el comprador “debe tener un entendimiento cabal y exacto del núcleo mismo del modelo de negocio de Twitter: su base de usuarios activos. En cualquier circunstancia, el señor Musk no tiene por qué ofrecer explicaciones de sus argumentos para requerir esos datos, ni plegarse a las nuevas condiciones que la compañía ha tratado de imponer en su derecho contractual a esos datos solicitados”.
Musk ha mantenido desde el principio de la operación que los bots (cuentas automatizadas que transmiten “spam”) eran uno de los principales problemas de Twitter, con el de la libertad de expresión que, según él, estaba coartada por la política actual de la empresa.
La compañía sostiene que las cuentas de “spam” no suponen más del 5 por ciento del total de cuentas activas en Twitter, algo que Musk siempre ha puesto en duda, sugiriendo que eran muchas más, un argumento que algunos analistas han explicado como un intento de rebajar el precio final de compra de la compañía.
El pasado 13 de mayo, Musk amenazó con paralizar la compra de la compañía con el mismo argumento, aunque posteriormente se desdijo y aseguró que seguía adelante, convirtiendo toda la operación en un mes de idas y venidas en los que no han faltado abundantes críticas contra la compañía y su supuesto sesgo “izquierdista”.
El Financiero