Un coleccionista quemó una obra de Frida Kahlo para venderla como NFT, así que el gobierno de México ya investiga si fue un delito

«Fantasmones siniestros», obra de Frida Kahlo, fue quemada por un coleccionista privado de nombre Martín Morabak, quien señaló su intención de llevarla al metaverso como una serie de tokens para su venta, donde una parte de las ganancias serían donadas a recintos artísticos, así como asociaciones y organizaciones nacionales e internacionales.

Entre la lista destinatarios, Morabak detalló que se encontraban sitios como el Palacio de Bellas Artes o el propio Museo de Frida Kahlo, sin embargo, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), ha desmentido que sus recintos recibirán donación alguna y señaló que se está investigando si la obra destruida es verdadera o una reproducción (para la que no hay autorización).

La obra, valuada en más de 10 millones de dólares, fue quemada durante un evento en julio de 2022, con la intención de dejar un número limitado de 10,000 NFTs, que de acuerdo con el sitio del proyecto FridaNFR.org, será la única conexión «auténtica» con la obra.

Cada uno de estos tokens tiene un precio de 3 ETH, lo equivalente a unos 1,320 dólares o 26,980 pesos aproximadamente.

La postura de México ante la quema

A pesar de que Morabak comentaba que parte de las ganancias irían a parar  al Palacio de Bellas Artes, el Museo Frida Kahlo, la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la CDMX, la Asociación Craneofacial Infantil, la Asociación para niños con autismo, así como en la Fundación Origen, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) emitió un comunicando negando los donativos y posicionándose sobre la destrucción de la obra de la pintura.

En este documento se explica que hasta ahora, el Banco de México es fiduciario en el Fideicomiso Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, fungiendo como titular de los derechos patrimoniales de las obras y a la fecha, y no han recibido solicitud ni emitido autorización sobre la reproducción de la obra en cuestión, con lo que tampoco podría existir como NFT.

También aprovechan para detallar que gracias a un decreto publicado en julio de 1984, la obra de la artista mexicana Frida Kahlo Calderón está considerada como monumento artístico, y se debe tratar según los términos establecidos en la ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (LFMZAAH).

Además, señalan que de momento se está trabajando en recabar la información necesaria para establecer si se trata de la destrucción de un original (lo que podría constituir un delito) o de una reproducción usada con fines comerciales para su incineración en Miami, Florida.

La duda si se trata de la obra original y sus consecuencias

Por la postura del Inbal, se puede poner en duda si realmente se trata de la obra original, misma que fue incinerada. Sin embargo un video de la quema, así como un documento de autenticación firmado por la galería de arte, Andrés Siegel, parecen reafirmar que efectivamente se trata de la obra y era propiedad de Morabak.

El comunicado por su parte, detalla que en el caso de México, la destrucción deliberada de un monumento artístico constituye un delito de acuerdo a la LFMZAAH.

Sin embargo, a pesar de que el Inbal se encuentra estudiando su destrucción, al ser parte de una colección privada y no ser propiedad de la nación, podría no tener consecuencias legales para el coleccionista. Esto por que el comunicado liberado, tampoco detalla específicamente si la obra en cuestión forma parte del catálogo artístico del país.

Por lo pronto, los dueños de uno de estos NFT tendrán acceso a la obra en formato PNG, así como un escrito explicando la historia de la pieza, así como una copia del certificado de autenticidad.

Como material adicional, también habrá GIFs, y clips de video que se podrán mostrar en marcos digitales o proyectar en paredes, que formarán parte de los beneficios exclusivos para ciertos dueños.

Xataka México