El gobierno estatal dejó a los padres la decisión de enviar o no a sus hijos a las escuelas y la respuesta fue contundente: de 3 mil 795 planteles escolares, sólo un 3.2 por ciento (124 escuelas públicas y privadas) regresan de forma presencial.
Un 23 por ciento (873 escuelas) lo hará de forma hibrida; es decir, una parte de los alumnos tomará clases en línea y el resto irá a las aulas.
En contraste, la gran mayoría de los planteles decidió seguir con clases en línea al 100 por ciento, de acuerdo con el último reporte presentado el viernes por la Secretaría de Educación.
En total, 2 mil 798 escuelas entre públicas y privadas decidieron no retornar a las aulas.
Al ser un regreso voluntario, la dependencia estatal indicó que no cuenta con cifras ni tiene un estimado de cuantos alumnos volverán a las escuelas.
El aumento de contagios y hospitalizaciones que caracteriza a la tercera ola de covid es el principal factor para que padres de familia y directivos tomen con cautela el regreso a las escuelas.
Otro de los factores que impide un retorno masivo es el deterioro que muestran cientos de planteles escolares en el área metropolitana, en la periferia y en las zonas rurales.
De acuerdo con el gobernador electo, Samuel García, hay alrededor de 3 mil 400 escuelas que presentan daños o deterioro por falta de mantenimiento.
Las nuevas reglas
Para garantizar la salud de alumnos y maestros en el ciclo escolar, la Secretaría de Salud estatal estableció un protocolo que deberán seguir todas las instituciones.
En principio, si se detecta un contagio entre el personal docente o en el alumnado, el plantel deberá suspender actividades durante al menos dos semanas.
Todos los que ingresen a las escuelas deberán cumplir con tres filtros. El primero es desde casa, en donde los padres serán responsables de detectar síntomas de covid.
El segundo filtro será al entrar al edificio, en donde se tomará temperatura y se aplicará gel antibacterial.
El tercer filtro de prevención es en las aulas. Ahí, todos deberán portar cubrebocas y respetar la distancia de 1.5 metros entre cada persona.
Por otra parte, el Gobierno estatal prohibió el cobro de cuotas y solicitó que no se exigiera comprar uniformes a los alumnos. En el caso de los colegios privados, se pidió a los propietarios que toda su plantilla laboral cuente con servicio médico.
