Yule es una de las celebraciones más antiguas en el mundo, conocida como la fiesta del solsticio de invierno de los vikingos y otros pueblos paganos. Como muchas otras festividades de antaño, está regida por las estaciones, pues se trataba de uno de los principales indicadores naturales que podrían fragmentar el tiempo, así como el tipo de actividades que se realizaban, en especial cuando la vida de dichos pueblos solía girar alrededor de la agricultura y la caza.
El origen de la palabra Yule proviene de los términos en inglés antiguo: ġéol o ġéohol y ġéola o ġéoli que indican tanto la celebración de 12 días con motivo del “renacimiento” del sol —después de varios meses de su ausencia, en los que las noches son cada vez más largas— como la designación del mes de “Yule”. El origen de la palabra aun sigue en discusión, así como el día de inicio para estos 12 días de celebración. 
Algunos apuntan que una fecha primordial para su celebración es el 21 de diciembre, fecha del solsticio de invierno y la noche más larga del año. Para la celebración, las familias se reunían y el rito daba inicio con un sacrificio, llamado blót. Se cree que era destinado a los dioses de la fertilidad y las cosechas, y por supuesto a Odín. Después del sacrificio animal, se organizaba un gran banquete en el que no podían faltar varios elementos especiales.
Entre esos elementos se encuentran comidas como el jamón, bebidas como cervezas y otros ritos como la quema de un tronco. La quema del «tronco de Yule» era en honor a Thor y tenía como objetivo espantar a los viejos y malos espíritus, además, una vez la flama se apagaba, las cenizas eran esparcidas en los campos a manera de fertilizante.
America’s most haunted.Sin embargo, con el paso del tiempo, así como con la expansión del cristianismo, el Yule se fusionó con la Navidad y los sacrificios cesaron, aparentemente por cuán gráfico podía ser el ritual, en especial cuando antes de los festines —en los que la gente consumía la carne de los animales sacrificados— la sangre era un elemento primordial para la adoración y tributo. De acuerdo con el libro History of the Kings of Norwayde Snorri Sturluson, antes del festín de celebración:
«Se mató a todo tipo de ganado en relación con éste, incluso caballos; toda la sangre de los animales era llamada hlaut, y hlautbolli era el recipiente que contenía la sangre; hlautteinar eran las ramas sacrificiales. Estas últimas se diseñaron como un aspersorio y con ellas debían manchar de sangre todos los pedestales de los ídolos y las paredes de los templos, así como a los hombres presentes».
Postal Navideña de 1870 c en la que es evidente cómo la Navidad se asimiló con las costumbres propias del Yule. / Amercia’s Most Wanted
Sin embargo, en la misma fuente se cuenta cómo en Noruega algunos pueblos decidieron mantener la celebración tradicional, con sacrificios como el anterior, a pesar de los intentos del rey Hákon de convertir a la nación en un pueblo cristiano y asimilar el Yule con la Navidad. Si bien los sacrificios se detuvieron, una característica que perdura es la noción de que también es una fiesta idónea para emborracharse.
Beber alcohol durante el Yule proviene de un rito de adoración, en el cual es tradicional preparar una cerveza especial para la fecha. Asimismo, al tratarse de una celebración en la que se rememora a los muertos, era típico beber en honor de los fallecidos, de los dioses y en honor a aquellos jefes o gobernantes —en especial cuando desafiaban las nuevas creencias—. Esto recuerda a otras tradiciones previas a la Navidad como las Saturnalias, dedicadas a Saturno con fines similares al Yule: al rendirle tributo, los romanos aseguraban un nuevo año de buenas cosechas.
Stonehenge a la fecha es considerado un lugar importante para las celebraciones paganas durante el solsticio de invierno y decenas de personas se dan cita todos los años. / Stonehenge New
Además de la fusión de la Navidad con el Yule, es claro que todas las fiestas paganas tienen una tradición mucho más larga que su homólogo cristiano, con unas fuertes raíces en el desarrollo cultural no sólo de los pueblos nórdicos, sino en otras latitudes. Si acaso el éxito más grande de la Navidad ha sido adoptar las celebraciones invernales de cada pueblo y paulatinamente adaptar las creencias locales para que se acoplen a los ideales cristianos, así como modificar sus símbolos y en especial, la sustitución de los dioses paganos por un Dios cristiano.
FUENTE: culturacolectiva