1.- Origen de la tradición
Samuel García cumple hoy sus primeros 100 días como gobernador. No es muy preciso el origen histórico de este prematuro corte de caja en los poco más de 3 meses de arranque de un gobierno.
En mi biblioteca personal guardo un libro de Dominique de Villepin (político francés, aspirante frustrado a Presidente de Francia) que se titula “Los cien días: El final de la era napoleónica”.
Quizá podemos rastrear aquí el inicio de esta curiosa tradición: los cien días que van del retorno de Napoleón de la isla de Elba en 1815 para reconquistar su trono sin disparar un solo tiro.
La efímera hazaña napoleónica acabó en la campaña de Bélgica con el trágico desenlace en Waterloo: 100 días exactos.
Se equivoca quien piense que Napoleón, inventor de la administración pública moderna, acarreó entre sus novedades el dichoso corte de caja de los cien días.
La medición de estos tres meses (y piquito) fueron no el arranque de una segunda era napoleónica, sino el final de la carrera militar de un genio cuya buena fortuna desapareció en ese lapso.
2.- Los 100 días del New Deal
Por eso, es más seguro que la moda de marcar los 100 días de un gobernante debe ser costumbre más moderna. Ofrezco otra referencia histórica: el Presidente Franklin Delano Roosevelt de EUA juró su cargo el 4 de marzo de 1933 con una economía quebrada y la cuarta parta de los trabajadores del país, arrojados de buenas a primeras al desempleo. Fue la era de la Gran Depresión.
En cien días exactos Roosevelt presentó un ambicioso paquete de reformas al que bautizó como “New Deal” (Nuevo Acuerdo). Un mandatario paralítico sacó de la parálisis a todo un país. Quizá de ahí surge la tendencia de los 100 días de arranque gubernamental.
3.- Un libro olvidado
Ahora ya nadie se acuerda que el presidente Carlos Salinas de Gortari, celebró sus primeros 100 días de su gobierno con un libro así titulado y un tiraje de millones de ejemplares. El que tenga uno de estos ejemplares lo felicito, porque tal parece que a ese libro se lo chupó el diablo. No he vuelto a ver ningún ejemplar.
4.- Ahora vamos con Samuel
Acatemos la tradición. ¿Cuál es el saldo de los primeros 100 días del Gobierno de Samuel García? Diga lo que se diga, tiene el marcador a su favor.
Veníamos de la resignación de sufrir un gobierno paralizado, desfondado y corrupto. Nos habían llenado de pretextos para no terminar en seis años la Línea 3 del metro, y ahora en 100 días ya hay avance en la construcción de la Línea 4 y 5.
Y todavía Samuel le hizo la tarea a su antecesor ampliando la línea 3 hasta Apodaca, mediante el Transmetro.
5.- Movilidad
La carretera Interserrana y la carretera Gloria – Colombia iniciarán la tan pospuesta conexión entre el sur y el norte del Estado, aprovechando la única frontera que tenemos con Texas, en Anáhuac, Nuevo León.
Estas obras, junto con el Nuevo Sistema Integral de Tránsito Metropolitano (Sintram) y la adquisición de 800 camiones ecológicos, junto con el nuevo trazado de las rutas de transporte que no se habían rediseñado en 40 años, demuestran los aciertos de esta aún recién nacida administración.
Insisto: no hubo obra pública en 6 años. Fue tiempo perdido. La presa Libertad es un elefante blanco, como lo son todas las obras inconclusas. Y la actual sequía demuestra que la solución que se plantearon en el gobierno bronco no fueron las más acertadas
6.- Gabinete profesional
No hay administración exitosa sin un gabinete meritorio. El gobierno de Samuel en su mayoría, está formado por profesionales, no por grillos. Para cumplir con estas obras concretas en los 100 primeros días se trabajó durante el periodo de transición planeando y definiendo estrategias.
Cabildear recursos federales no es fácil (el centralismo no ayuda a las regiones de México), y Samuel tomó esa ruta negociando un presupuesto que logró concretar finalmente en el Congreso local, aprobándolo por unanimidad entre todas las bancadas legislativas. Se dice fácil pero es una hazaña conciliar entre políticos no afines.
7.- Lo pendiente
Falta poner remedio por supuesto a varias asignaturas: las principales, la contaminación y la seguridad pública, entre otros graves males heredados.
Y una contingencia sanitaria que se agudizó en el mundo con la variante Ómicron, que se ensaña como en muchas otras latitudes, entre los nuevoleoneses.
Por cierto, que nadie escatime elogios a la notable idea de Samuel de llevar a los regios a vacunarse en la frontera de Texas, con una flotilla de autobuses bien escoltados. Esa medida contribuyó a que más del 70% de los nuevoleoneses estemos vacunados.
Conclusión
A un crítico se le pide ser inclemente, pero se le exige también objetividad. Siendo objetivos, los primeros 100 días de Samuel García como gobernador son un buen principio. Reconozcámoslo.