Las notas de los conteos de muertes violentas ocurridas en el país entre el pasado miércoles 10 y el pasado viernes 12 de agosto, que arrojaron un saldo acumulado de al menos 260 asesinatos o muertes violentas en el país, como siempre, no le cayeron muy en gracia al inquilino de Palacio Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, como siempre, salió con que él tiene otros datos y mostró un conteo menor, de 196 crímenes, como si casi 200 muertes violentas de compatriotas fueran poca cosa.
Fueron tres días y sus noches que en entidades como Jalisco y Guanajuato, y más al norte, en Chihuahua, concretamente en Juárez, que los delincuentes impusieron su ley de terror, matando inocentes e incendiando negocios.
Claro que muchos chairos aun dicen que se trata de un complot y ponen en tela de duda la sangre derramada…
Tanto, que López Obrador, quien a pesar de que grita a los cuatro vientos que es muy republicano pero vive en un palacio, usó su ya gastado argumento de que sus adversarios le armaron una campaña para lograr la “inestabilidad y desgobierno del país”.
Y alegó de que en su mandato los crímenes, especialmente homicidios, han disminuido y como siempre se quiso comprar con los gobiernos del pasado.
“Estamos bajando en todos los delitos, el día 20 vamos a presentar el informe de este mes, considerablemente, pero en donde teníamos más problemas era en homicidios porque nos habían dejado muy alto el número de homicidios, ya lo estamos bajando” prometió.
Hablar de temas como este y descontar los muertos a mi me causa una amargura que raya en fobia: hay gente seria que señala que ha habido más asesinatos en México en los últimos días, que en la misma guerra por la invasión rusa a Ucrania.
Y por supuesto que en Palacio Nacional tienen otros datos.
EL DOBLE RIDÍCULO PORTA UNIFORME
Ahora sí que como bien apunta el refrán muy mexicano, de no ser un hecho trágico, sería seriamente cómico: Ver como un empleado de Telmex le pone una tranquiza y luego corretea a un motociclista uniformado, supuestamente de la Secretaría de Movilidad del Estado, es ridículo.
Pero ver que al menos 4 elementos de la Guardia Nacional se quedan como el chinito, es decir, como mirones de palo y ni meten orden ni detienen la agresión, raya en lo patético.
Este hecho, tan cotidiano ya en nuestro país, demuestra que el respeto por la autoridad y el uniforme son palabras gastadas que al ciudadano común le valen una pura y dos con sal.
Pregunté a los expertos si el motociclista de Movilidad, corporación que supuestamente está destinada a controlar otro tipo de cafres, como los transportistas de pasajeros, pueden detener vehículos civiles y retener documentos.
Unos me contestaron: “Es que en la ley dice que es del transporte público… Y el 115 constitucional en la fracción III, inciso H señala que la función de transitó está a cargo del municipio”.
Y otro experto me contestó: “Ahí en movilidad hay dos filas para pagar: Una con descuento pero no te dan boleta de pago y te regresan tu licencia… Y la “normal” que te dan boleta pero la multa al 100 por ciento pero con ticket de pago”.
Vea el video y juzgue usted. Saludos.