Aquí en confianza

Presupuesto 2023; recortes y reasignaciones

No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, reza el refranero popular. Llegó el penúltimo mes del año y con este, arribó a San Lázaro el ya tradicional jaloneo presupuestal. A inicios de la presente semana, las y los integrantes de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública aprobaron el dictamen de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, mismo que será puesto a consideración del pleno en una sesión que seguramente se prolongará durante varios días con sus correspondientes noches. Aunque la propuesta planteada por el Presidente de la República obtuvo una votación dividida, la mayoría morenista no permitió sorpresas de último minuto; así, el mentado dictamen fue admitido tal y como se concibió en las oficinas del titular del Ejecutivo y seguramente, como ha venido sucediendo en los últimos ejercicios, también pasará como chuchillo caliente en mantequilla ante el pleno de la Cámara de Diputados. 

Lo que en todo caso enciende los focos amarillos son los pronunciados recortes que se incluyen en el mencionado presupuesto. Justo en los momentos en que la subsistencia del INE se ha puesto en entredicho, al tiempo que tirios y troyanos se dan hasta con la cubeta poniendo en medio de la disputa al vilipendiado órgano electoral, el principal inquilino del Palacio Nacional afiló las tijeras y con precisión de cirujano planteo una poda sin precedentes a los dineros que deben asignarse al instituto. Para ser más específico, el PEF 2023 incluye recortes por más de 6 mil 400 millones de pesos; ahora bien, la disminución presupuestal más contundente la sufre precisamente el INE, cuya reducción de recursos supera los 4 mil 475 millones de pesos. Dicho de otra forma, casi 70 por ciento de los recortes contemplados en el presupuesto de egresos corresponden a la institución autónoma encargada de organizar las elecciones en este país. ¿Así o más claro el mensaje?

El dictamen presupuestal plantea igualmente una reducción de casi mil 500 millones de pesos al Poder Judicial y 466 millones de pesos al Poder Legislativo. Otros organismos que también se sacaron la rifa del tigre son la Auditoría Superior de la Federación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional de Transparencia, por mencionar solo a algunos. 

¿A dónde irá a parar tanto dinero?, se preguntará mi amable y única lectora. La respuesta es sencilla por previsible. En el multicitado dictamen se aprobó que los recursos objeto de los recortes fueran reasignados en su totalidad a la Secretaria del Bienestar; por supuesto, ello con el fin de hacer asignaciones extraordinarias a los programas sociales, principalmente al de pensiones a los adultos mayores y al de becas. 

Mención aparte merece el super presupuesto que será concedido a la Secretaria de Turismo. Respecto a la mencionada entidad de la administración pública centralizada, el Presidente propuso un histórico aumento de 122 por ciento. Sin embargo, el Gobierno Federal pretende direccionar más de 143 mil millones de pesos para tratar de concluir el proyecto del Tren Maya; es decir, el 98 por ciento del presupuesto total para la promoción turística de México será dirigido a una de las obras insignias del actual régimen. Recordemos que en 2018 se estimó que el tren costaría entre 120 mil y 150 mil millones de pesos, pero en junio pasado se detalló que la inversión sería mayor a los 230 mil millones y seguimos contando. 

Aquí en confianza, aunque las y los legisladores de oposición anunciaron que presentarán cientos de reservas al presupuesto enviado por el Presidente, las y los diputados afines al régimen cuatritransformado adelantaron que no avalaran ninguna de ellas, por lo que el PEF 2023 parece tener desde ya un destino cierto. 

Entre que son peras o son manzanas, el inmisericorde castigo al árbitro electoral mexicano es más que evidente. En el boxeo se busca aturdir al rival antes de noquearlo; acá, el debilitamiento al INE será consecuencia del terrible golpe presupuestal que está a punto de recibir. Sin duda, el ahorcamiento financiero será clave para las decisiones que habrán de tomarse respecto al organismo autónomo de marras, pues como afirma con suficiente recurrencia un buen amigo: “donde aprieta no chorrea”. Ahí se los dejo para la reflexión.