Claudia Sheinbaum: bienvenida al infierno

Los tahúres acostumbrados a apostar por todo, también lo hacen a los azares del destino en los eventos políticos (que los hay, no crea que bromeo) me dicen que los momios en cuanto a la decepción que se llevará la gobernadora de la Ciudad de México y aspirante favorita del presidente López a sucederlo en el trono, Claudia Sheiubum, cuando este sábado visite el norte del área metropolitana de la capital de Nuevo León donde firmará un convenio de colaboración con los municipios de Ciénega de Flores y Escobedo.

Como en las encuestas de opción múltiple, todos apuesta a la decepción de Claudia pero “poco”, “mediano” y “mucho” son las respuestas de los apostadores…

Lo único seguro, coinciden los ludópatas, es que salvo que la lleven con una venda sobre los ojos, es que Claudia se dará cuenta que el cacique de Escobedo, Abel Guerra Garza, esposo de la titular del Secretariado de Seguridad Nacional, Clara Luz Flores Carrales, la trajo al infierno del infierno.

Sheinbaum, quien es una verdadera jerarca en el partido oficial, llámese Morena, podrá llegar a pensar que la Conferencia Magistral, aparte de la firma del Convenio, la dará ante lo más selecto de la clase política de Nuevo León pero se dará un palmo de narices porque de ninguna manera será así.

De lo que fácil se enterará la llamada “Corcholata Mayor” es que llega a la cuna de la inseguridad, al municipio que su alcalde, Andrés Mijes Llovera, tiene convertido en la cuna de la impunidad, dónde quién gobierna es la delincuencia no tan organizada.

Pero nadie le dijo a Claudia que venir a Nuevo León a firmar un Convenio de Colaboración con Escobedo y Ciénega de Flores es manchar su imagen.

Y ya verá que la 4T pronto se arrepentirá de haberle apostado a la alcaldía escobedense, dónde más de medio millón de nuevoleoneses que ahí viven sufren los estragos de la inseguridad… Y solventarles ese problema, sinceramente no se ve para cuando, porque si algo falta en Escobedo es voluntad del alcalde Mijes Llovera.

Señora gobernadora, sea usted bienvenida a Nuevo León y qué pena que, habiendo tantos lugares hermosos y ordenados en esta tierra, la traigan al infierno de Escobedo.