El gran despido en los gigantes de tecnología: ¿Se desinfla la burbuja laboral?

La plataforma Layoffs ha contabilizado más de 121,000 despidos en la industria de tecnología en todo el mundo en lo que va del 2022. Los recortes de personal en los gigantes tecnológicos anunciados en las últimas semanas son sólo la punta del iceberg de este fenómeno del mundo laboral.

Amazon, Meta, Twitter, Netflix, Spotify, entre otros gigantes de tecnología, han anunciado y realizado despidos masivos de personal en los últimos meses. El panorama económico y el crecimiento acelerado del sector en los últimos dos años en medio de la pandemia de Covid-19 crearon la tormenta perfecta en una industria que parecía inmune a este tipo de movimientos laborales.

La plataforma Layoffsha registrado los recortes de personal en empresas de tecnología desde que inició la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus. Tan sólo en lo que va del 2022 ha contabilizado a 795 empresas de este sector con recortes de personal y más de 121,600 personas que han perdido su empleo en esta industria. Los gigantes del sector son sólo la punta del iceberg.

“Esto se ha acentuado en los últimos seis meses y está relacionado con que las empresas de tecnología se han estado valuando con múltiplos muy altos derivado de sus ingresos. Entonces, su capitalización del mercado era muy alta comparada con otras industrias, se estuvo inflando por muchos meses. El año pasado hubo mucho dinero libre y esto se ha venido corrigiendo, esto ha impactado las valuaciones, que antes eran mucho más altas, y ahora se están corrigiendo”, comenta Jesús Salas, CEO y fundador de la plataforma CodersLink.

Adicional a esto, el especialista considera que las señales de una posible recesión económica el próximo año han llevado a que la industria se “desplome” un poco y se prepare con recortes de personal para el siguiente año.

Esta semana, Amazon inició con un recorte que afectará a cerca de 10,000 trabajadores. En tanto, en los últimos 15 días Twitter despidió a casi la mitad de su fuerza laboral global, lo que afectó a casi 3,700 personas, y Meta (matriz de Facebook) redujo 13% de su plantilla, cerca de 11,000 personas en el mundo que se empleaban en esta empresa. En semanas anteriores los despidos se registraron en Netflix, Salesforce, Twilio, Snap y Hootsuite, por citar algunos de los casos más emblemáticos.

“Creo que todo esto es una consecuencia del crecimiento exponencial y tan rápido que tuvimos durante la pandemia. Estas empresas, que al final del día tienen un ingreso fuerte por los anuncios de marcas, en un momento se volcaron a invertir en ellas porque era la forma en la que llegaban a los hogares. Ese crecimiento los obligó a crecer sus plantillas y empezaron a investigar nuevas áreas de negocio, pero ante un reacomodo en los gastos a nivel comercial, creó un efecto látigo: subió muy rápido y ahora con el reajuste, baja muy rápido”, opina Carlos Bueso, director de Experis México.

La mayoría de las empresas de tecnología que han despedido personal tienen su sede principal en Estados Unidos, pero Layoffs ha contabilizado también los casos de compañías con matrices en Brasil, Alemania, Canadá, Holanda, Israel, Australia, Inglaterra, entre otras economías.

“Estamos viviendo los niveles más altos de inflación y no sólo es en México. Como consecuencia de esto tenemos un incremento en las tasas de interés, y adicional a eso, también hemos tenido problemas en las cadenas de suministro. En la industria de tecnología, especialmente las startups que están en una etapa de crecimiento, viven de inversión, de capital de riesgo, de fondos de inversión y hay un punto en el que los fondos dicen ‘yo ahorita dejaré de invertir y me enfocaré en la cartera que tengo’”, explica Luciano González, director de Transformación Organizacional de Crediclub y consultor en talento digital.

Para el especialista, parte de las lecciones que dejan los despidos masivos son el desarrollo de modelos de negocio sostenibles y mayor eficiencia operativa. “A veces por querer avanzar en este tema de crecimiento, por invertir, por tratar de ser agresivos y posicionarse en el mercado, también se ha mostrado que en cualquier momento se presentan situaciones externas y, si tu modelo de negocio no es rentable, será complicado sobrevivir”.

Sector de oportunidades laborales en auge

En medio de la crisis de despidos masivos, los especialistas coinciden en que el talento de la industria de tecnología que ha perdido su fuente de trabajo tiene buenas oportunidades para emplearse en otros sectores que tienen apuesta por la digitalización.

“Hay bastante oportunidad. Esto ahorita está afectando principalmente a empresas que están enfocadas en tecnología, pero hay otras industrias que aún no se han visto afectadas y tienen la necesidad de talento tecnológico. La tecnología ya está integrada en todas las industrias. Sigue habiendo mucha oportunidad y vacantes para este talento, sólo es cuestión de reubicarse”, expone Jesús Salas.

En este sentido, Carlos Bueso indica que incluso el impacto al interior de la industria de tecnología ha sido diferenciado, pues hay muchas compañías que siguen contratando y creciendo. “El hecho de que ocho de cada diez empresas se estén digitalizando, de momento habrá opciones en la banca, en retail, telemedicina, entre otras. No hay ninguna industria que no esté cambiando con tecnología y creo que sí hay demanda y aún hay escasez de talento”.

En tanto, y en una perspectiva más reservada, Luciano González considera que las expectativas salariales y las modalidades de trabajo que hoy tienen las empresas de tecnología representan un desafío para el resto de los sectores en la oferta de valor para el talento que busque reubicarse.

“Al no haber una oferta igual de atractiva, muchos de estos perfiles caen en el trabajo independiente o buscan emprender con sus propias startups o negocios. Es un buen llamado para que las empresas más análogas cambien su perspectiva de negocio, integren la tecnología y generen una buena propuesta para estos perfiles”, agregó el especialista.

Industria con ausencia de representación sindical

El sector tecnológico, destaca Héctor de la Cueva, coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), es relevante en términos laborales porque representa una de las industrias cuyas “empresas se han distinguido por burlar los derechos laborales por medio de una práctica antisindical”.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la afiliación sindical es inferior entre las personas empleadas de manera temporal, por cuenta propia, en la economía informal y también en las plataformas digitales.

Si en Twitter o Meta, por ejemplo, hubieran contado con representación sindical la historia que ahora contamos como despidos masivos hubiera sido muy diferente, considera Héctor de la Cueva. “Para empezar, tendrían un contrato colectivo de trabajo (CCT)”, con éste, el reajuste de nómina hubiera sido “menos arbitrario”.

Ante recortes de personal tan grandes, el sindicato y el CCT fijan las condiciones en que se realizará. “La organización sindical supervisa la dimensión y la justificación de la empresa para separar a tantos trabajadores”, explica.

Para el laboralista aquí hay dos lecciones, una para las personas trabajadoras y otra para los sindicatos. Para el primer grupo, si algo confirman los despidos masivos es la necesidad de organización colectiva en defensa de sus derechos laborales. Y los sindicatos deben fortalecer mucho más sus lazos internacionales, pues estas empresas operan en diferentes países.

“Las federaciones internacionales no han conseguido que las plataformas firmen acuerdos marco, una especie de contrato colectivo internacional que fija un piso mínimo de derechos para los trabajadores de dicha empresa en el cualquier lugar del mundo”, puntualiza.

Se requiere, dice, reforzar la normatividad internacional vía la OIT. Pero también “es necesario una estrategia internacional sindical que permita que trabajadores de estas empresas en cualquier país se asocien y apoyen mutuamente. Que extiendan los avances que se consigan en una u otra en otra parte del mundo”.

El dilema de la identidad laboral

Pero el fenómeno de recortes de personal en este sector no se ha reportado solamente en 2022. De acuerdo al registro de Layoffs, desde que comenzó la pandemia en 2020 y hasta a la fecha 1,333 empresas tecnológicas han despedido a 217,658 personas a nivel global. En la amplia lista aparecen también Google, Beat, Microsoft, Crypto.com, Medium, Patreon, Coursera y muchas más.

El caso de Twitter ha sido quizá el más mediático, probablemente por la forma en que fue despedida la mitad de la plantilla. Según un reportaje publicado por The New York Times, el 28 de octubre Elon Musk, el nuevo dueño de la plataforma, dio instrucciones de realizar el despido masivo antes del 2 de noviembre, medida con la que buscaba evitar el pago de un bono que el personal debía recibir luego de esa fecha, pero finalmente lo postergó unos días más.

En ese tiempo, las personas vivieron un gran estrés. La amplia investigación de Kate Conger, Mike Isaac, Ryan Mac y Tiffany Hsu describe a gerentes vomitando en sus oficinas por la presión de elegir a quiénes despedir, a pesar de ser grandes elementos.

De haber existido un sindicato y un CCT, “los trabajadores estarían más protegidos para no ser separados de su cargo, para recibir mejores liquidaciones o para hacer procesos más apegados a derechos humanos y a la dignidad de las personas”, dice Héctor de la Cueva.

Pero en las últimas décadas, muchas empresas “se han esforzado para que los empleados pierdan su identidad como trabajadores. Les venden el discurso, sobre todo a los jóvenes, que son emprendedores, libres, que les conviene la flexibilidad sin subordinación”, lo cual impide que se asocien para defenderse de manera unida.

Industria con ausencia de representación sindical

El sector tecnológico, destaca Héctor de la Cueva, coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), es relevante en términos laborales porque representa una de las industrias cuyas “empresas se han distinguido por burlar los derechos laborales por medio de una práctica antisindical”.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la afiliación sindical es inferior entre las personas empleadas de manera temporal, por cuenta propia, en la economía informal y también en las plataformas digitales.

Si en Twitter o Meta, por ejemplo, hubieran contado con representación sindical la historia que ahora contamos como despidos masivos hubiera sido muy diferente, considera Héctor de la Cueva. “Para empezar, tendrían un contrato colectivo de trabajo (CCT)”, con éste, el reajuste de nómina hubiera sido “menos arbitrario”.

Ante recortes de personal tan grandes, el sindicato y el CCT fijan las condiciones en que se realizará. “La organización sindical supervisa la dimensión y la justificación de la empresa para separar a tantos trabajadores”, explica.

Para el laboralista aquí hay dos lecciones, una para las personas trabajadoras y otra para los sindicatos. Para el primer grupo, si algo confirman los despidos masivos es la necesidad de organización colectiva en defensa de sus derechos laborales. Y los sindicatos deben fortalecer mucho más sus lazos internacionales, pues estas empresas operan en diferentes países.

“Las federaciones internacionales no han conseguido que las plataformas firmen acuerdos marco, una especie de contrato colectivo internacional que fija un piso mínimo de derechos para los trabajadores de dicha empresa en el cualquier lugar del mundo”, puntualiza.

Se requiere, dice, reforzar la normatividad internacional vía la OIT. Pero también “es necesario una estrategia internacional sindical que permita que trabajadores de estas empresas en cualquier país se asocien y apoyen mutuamente. Que extiendan los avances que se consigan en una u otra en otra parte del mundo”.

El dilema de la identidad laboral

Pero el fenómeno de recortes de personal en este sector no se ha reportado solamente en 2022. De acuerdo al registro de Layoffs, desde que comenzó la pandemia en 2020 y hasta a la fecha 1,333 empresas tecnológicas han despedido a 217,658 personas a nivel global. En la amplia lista aparecen también Google, Beat, Microsoft, Crypto.com, Medium, Patreon, Coursera y muchas más.

El caso de Twitter ha sido quizá el más mediático, probablemente por la forma en que fue despedida la mitad de la plantilla. Según un reportaje publicado por The New York Times, el 28 de octubre Elon Musk, el nuevo dueño de la plataforma, dio instrucciones de realizar el despido masivo antes del 2 de noviembre, medida con la que buscaba evitar el pago de un bono que el personal debía recibir luego de esa fecha, pero finalmente lo postergó unos días más.

En ese tiempo, las personas vivieron un gran estrés. La amplia investigación de Kate Conger, Mike Isaac, Ryan Mac y Tiffany Hsu describe a gerentes vomitando en sus oficinas por la presión de elegir a quiénes despedir, a pesar de ser grandes elementos.

De haber existido un sindicato y un CCT, “los trabajadores estarían más protegidos para no ser separados de su cargo, para recibir mejores liquidaciones o para hacer procesos más apegados a derechos humanos y a la dignidad de las personas”, dice Héctor de la Cueva.

Pero en las últimas décadas, muchas empresas “se han esforzado para que los empleados pierdan su identidad como trabajadores. Les venden el discurso, sobre todo a los jóvenes, que son emprendedores, libres, que les conviene la flexibilidad sin subordinación”, lo cual impide que se asocien para defenderse de manera unida.

El Economista