La “Nota conjunta sobre la Doctrina del descubrimiento” señala que esta teoría, bajo la cual se ampararon los abusos y atropellos contra los indígenas “no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica”.
A 530 años de la invasión del continente americano por los conquistadores europeos, El Vaticano finalmente respondió a las demandas de los pueblos originarios, afirmando que la llamada Doctrina del Descubrimiento “nunca fue católica”.
Este jueves fue publicada la “Nota conjunta sobre la Doctrina del descubrimiento” de los Dicasterios para la Cultura y la Educación y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la cual señala que esta teoría, bajo la cual se ampararon los abusos contra los indígenas “no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica”, citó Vaticano News.
El texto indica además que, gracias a la insistencia de los actuales pueblos indígenas, “la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras”, y “las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas”.
“Muchos cristianos han cometido actos malvados contra los pueblos indígenas”, reza el texto, que cataloga como “documentos políticos” las bulas papales del siglo XV, las cuales otorgaron a los gobernantes colonizadores los bienes de los pobladores originarios del continente.
Iglesia reconoce abusos
La declaración fue una respuesta a décadas de demandas indígenas para que El Vaticano invalidara formalmente las bulas papales que concedieron a los reinos portugués y español el respaldo religioso para expandir sus territorios en África y Américas para expandir el catolicismo.
Luego de cinco siglos de la conquista de América, se trata de un reconocimiento histórico de la propia complicidad de la jerarquía católica en los abusos cometidos por las potencias europeas, siendo emitida justamente durante el mandato canónico del primer pontífice latinoamericano.
Las bulas y edictos papales sustentaron la “Doctrina del Descubrimiento”, concepto legal acuñado en una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos (EE. UU.) de 1823 que sostiene que la propiedad y la soberanía sobre la tierra pasó a los europeos porque la “descubrieron”.
Incluso en 2005, fue citado en una decisión del máximo tribunal de 2005 que involucra a la Nación India Oneida, escrita por la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg (RBG).
Indígenas canadienses
Phil Fontaine, exjefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones en Canadá que formó parte de la delegación que se reunió con Francisco antes y después el viaje del pontífice al país norteamericano, opinó que la declaración fue «maravillosa», resolvió un tema pendiente y ahora pone el asunto a las autoridades civiles para que revisen las leyes de propiedad que citan la doctrina.
“El Santo Padre prometió que a su regreso a Roma comenzarían a trabajar en una declaración diseñada para disipar los temores y preocupaciones de muchos sobrevivientes y otras personas preocupadas por la relación entre su Iglesia Católica y nuestro pueblo”, declaró Fontaine a AP.
“La iglesia ha hecho una cosa, como dijo que haría, por el Santo Padre. Ahora la pelota está en la cancha de los gobiernos, Estados Unidos y Canadá, pero particularmente en Estados Unidos donde la doctrina está incrustada en la ley”, dijo el líder indígena.
El cardenal jesuita canadiense Michael Czerny, cuya oficina es coautora de la declaración, enfatizó que las bulas originales habían sido derogadas hace mucho tiempo y que el uso del término “doctrina”, era legal y no religioso, lo cual llevó a siglos de confusión sobre el papel de la iglesia.
Czerny enfatizó que la declaración no se trataba solo de aclarar el registro histórico, sino de “descubrir, identificar, analizar y tratar de superar lo que hoy solo podemos llamar los efectos duraderos del colonialismo”.
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