La campaña de Donald Trump envió un correo a los simpatizantes del expresidente para aprovechar la noticia de su imputación legal.
EFE.- La campaña para la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en 2024 recaudó más de 4 millones de dólares en las últimas 24 horas, después de conocerse la noticia de que el exmandatario ha sido imputado por un gran jurado de Nueva York por el caso del pago a la actriz porno Stormy Daniels.
“Más del 25% de las donaciones vinieron de nuevos benefactores”, explicó la organización este viernes en un comunicado.
Según la campaña, el montante medio de las donaciones es de 34 dólares.
Poco después de conocerse la imputación, varios medios de Estados Unidos publicaron un correo enviado por la organización tratando de aprovechar la noticia para generar impulso en la recaudación.
“Se los prometo: esta Caza de Brujas le explotará en la cara a (el presidente de Estados Unidos) Joe Biden”, decía el mensaje.
Varios cargos republicanos, como el probable aspirante presidencial y vicepresidente durante la Administración de Trump (2017-2021) Mike Pence, sugirieron el jueves que la imputación del exmandatario responde a motivos políticos y acusaron al fiscal encargado del caso, Alvin Bragg, de tener motivaciones partidistas.
La decisión de imputar a Trump, sin embargo, la tomó el gran jurado de Nueva York, no el fiscal.
De momento, Trump, que anunció su candidatura en noviembre, es el principal aspirante a obtener la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024.
Sus dos probables mayores contrincantes, Pence y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, no han anunciado de momento si competirán, pero ambos han sugerido que tomarán una decisión pronto.
Republicanos erigen en ‘mártir’ a Trump
Los principales dirigentes republicanos han cerrado filas en torno al expresidente Donald Trump (2017-2021) tras su imputación por un gran jurado de Nueva York, ya que pese a este envite, aguanta como el máximo líder del partido con, de momento, sus aspiraciones de volver a la Presidencia intactas.
La mayoría de figuras del partido se han pronunciado para defender al exmandatario en las últimas horas, e incluso figuras “presidenciables” como el que fuera su vicepresidente, Mike Pece, o el gobernador de Florida, Ron DeSantis, le han mostrado un apoyo sin fisuras y sin un atisbo de crítica por su comportamiento.
Trump se convirtió ayer en el primer expresidente del país en afrontar cargos penales tras ser imputado por un gran jurado de Nueva York en un caso relacionado con el pago de un soborno a la actriz porno Stormy Daniels, con la que el exmandatario tuvo un “affaire” en 2006.
El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Quinnipiac, Scott McLean, dijo a EFE que el exmandatario “debería continuar con su cruzada hacia la nominación presidencial”, porque, según un sondeo de su centro publicado esta semana, la mayor parte de los republicanos encuestados creen que la imputación no lo descalifica para continuar en la carrera hacia las elecciones.
De hecho, “esta imputación y quizás otras más que pueda haber le ayudarán en el proceso para ser nominado”, auguró el experto, quien destacó que la principal razón es que “los votantes están dispuestos a respaldarlo”.
Recordó que incluso sus principales oponentes en la nominación republicana lo han defendido, pese a que posiblemente no les sirva de mucho para sus propias aspiraciones a la Presidencia.
Uno de esos “presidenciables” es el que fuera vicepresidente de Trump, Mike Pence, quien en una intervención este viernes ante el centro de pensamiento conservador National Review Institute dijo que la imputación es un “ultraje” y una “persecución política” por parte del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien pertenece al Partido Demócrata.
Asimismo, Pence hizo un llamamiento a sus colegas republicanos para que no se “preocupen” por investigaciones judiciales.
El exvicepresidente aprovechó también para hacer campaña y se presentó como un “líder del sentido común” de cara a las elecciones de 2024 frente a Trump, pese a que todavía no ha dado un paso adelante ni se ha postulado oficialmente a la nominación para esos comicios, a diferencia del expresidente que lo hizo en noviembre.
Otro “presidenciable” republicano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien todavía tampoco ha hecho oficiales sus intenciones, ya avisó el jueves de que no atenderá una solicitud de extradición de Trump, quien tiene su residencia en Mar-a-Lago, en ese estado, y arremetió contra el fiscal.
“Florida no ayudará en una solicitud de extradición dadas las circunstancias cuestionables con este fiscal de Manhattan respaldado por Soros y su agenda política”, anticipó DeSantis en un mensaje en Twitter.
Y es que con esta imputación Trump todavía puede presentarse a las elecciones, como explicó McLean, quien recordó que incluso si una persona está en prisión puede concurrir a unos comicios.
“Legalmente no hay ninguna razón para que Donald Trump no pueda continuar con su campaña para la Presidencia”, aclaró el profesor.
De hecho, como han apuntado medios estadounidenses, no sería la primera campaña electoral con el aspirante entre rejas.
En 1920 el candidato a la Casa Blanca, el socialista Eugene Debs, se presentó a los comicios y obtuvo casi un millón de votos mientras estaba en una cárcel en Atlanta (Georgia) tras haber sido condenado por sedición en 1918 por protestar por la implicación de Estados Unidos en la I Guerra Mundial.
Del mismo modo, en el caso de Trump, “si finalmente es condenado por esos cargos o por otros en otros procesos (judiciales), podría presentarse a las elecciones”, indicó McLean. “No hay nada en la Constitución que diga que no puede”.
El exmandatario podría incluso volver a la Casa Blanca, si ganara las elecciones y aun cuando recibiera una sentencia en su contra con una pena de cárcel.
Así lo señaló a EFE el profesor de Política y Derecho Constitucional de la Universidad de Cedarville, Mark C. Smith, quien subrayó que eso sería posible.
“Ha habido miembros del Congreso de Estados Unidos que han servido partes de su mandato tras ser condenados por un delito federal, y al menos hubo uno que se presentó al cargo estando encarcelado”, detalló Smith, quien agregó que ese legislador fue James Traficant (1985-2002), de Ohio, quien fue enjuiciado por usar los fondos de campaña para uso personal.
“Después de ser condenado, pero antes de la sentencia, siguió sirviendo (en el puesto) -destacó Smith-. Después de la sentencia fue expulsado. Más tarde se presentó por un escaño a la Cámara Baja de Estados Unidos estando en prisión. Recibió el 15 % del voto”.
A la luz de estos precedentes, el experto de la Universidad de Cedarville concluyó que nada cambia “técnicamente” para Trump: “Puede que cambien sus perspectivas políticas, pero no su capacidad legal para presentarse o servir” en un cargo público.
El propio expresidente ya ha dado pistas de sus intenciones de continuar con su candidatura y su campaña está aprovechando la imputación para recaudar fondos de sus seguidores y ha publicado un mensaje en su página web para alentar que sus partidarios destinen dinero para “defender Estados Unidos”.
Pence y DeSantis no han sido los únicos políticos del Partido Republicano en manifestar su apoyo a Trump tras la imputación, ya que la mayoría lo ha hecho.
Quienes no han expresado su respaldo, como el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, quien mantiene diferencias con Trump, y su “número dos”, John Thune, se limitan a guardar silencio.
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