México vendió este miércoles bonos por 6 mil millones de dólares en una oferta de deuda histórica que se realizará en tres partes.
La operación es realizada solo días después de una ola de rebajas crediticias que acercó un paso más a la nación al grado especulativo.
Esto también obedece al brote del nuevo coronavirus y una caída del precio del petróleo que perjudican las perspectivas económicas del país.
Para el secretario de Hacienda Arturo Herrera, la colocación de bonos de deuda es histórica y no se aumenta endeudamiento al límite ya establecido para este año.
Los bonos a 5 años tendrán rendimientos de 4.125 %, muy por encima de la última en enero, cuando los bonos a 10 años arrojaron solo 3.313 %.
Los bonos a 12 y 31 años rendirán 5 por ciento y 5.5 por ciento, respectivamente.
El rendimiento indica el difícil momento para México, que está lidiando con los efectos del brote de coronavirus y una caída del precio del petróleo.
Especialistas coinciden que es un momento arriesgado para vender deuda por primera vez desde que se desató el riesgo del COVID-19 en enero.
Los diferenciales de swaps de incumplimiento crediticio de la deuda soberana de México están cerca de su nivel más alto desde la crisis financiera.
La medida se dio con una venta masiva de activos mexicanos y el peso perdió casi 30% de su valor durante el mismo período.
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