La inflación general de México se moderó durante el mes de enero, aunque la variable subyacente se aceleró a su nivel más alto en más de 20 años, lo que refuerza expectativas de que el Banxico subiría por sexta ocasión consecutiva la tasa de interés esta semana.
La inflación registró en enero pasado su segunda desaceleración al hilo, sin embargo, el nivel observado fue el mayor para un arranque de año desde el 2001, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía(Inegi).
Para el primer mes del año, los precios al consumidor mostraron un incremento mensual de 0.59 por ciento. A tasa anual, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.07 por ciento.
Si bien el dato observado significa un segundo mes desacelerándose, esto no evitó que la cuesta de enero vivida este año fuera la mayor desde el 2001, cuando el alza en los precios promedió 8.11 por ciento.
El resultado quedó por arriba de lo que esperaba el mercado. Un sondeo de Reuters arrojó una proyección de 7.02% para el inicio de año.
La inflación suma 11 meses consecutivos por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/-1 punto porcentual, por lo que los analistas esperan que este año la institución central, ahora gobernada por Victoria Rodríguez Ceja, continúe con el incremento en su tasa de interés.
Continúa presión en mercancías
Dentro del reporte, una vez más el alza de los precios de las mercancías fueron la mayor presión para el índice general, ello ante los choques de oferta que se han observado en los últimos meses.
De esta manera, las mercancías se encarecieron 7.86% en comparación con enero del 2021, mientras que los servicios presentaron una tasa anual de 4.86 por ciento.
De esta forma, la inflación subyacente se ubicó en 6.21% anual. Esta inflación elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles, y es en la que el Banxico se fija para tomar su postura monetaria.
En el caso de la inflación no subyacente, se ubicó a un nivel de 9.66% anual en enero. Dentro de esta, los agropecuarios se encarecieron 15.32% y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno en 5.56 por ciento.
El Economista