Mandatarios de Guyana y Venezuela difieren sobre el papel de la CIJ en la pugna por Esequibo

El mandatario venezolano Nicolás Maduro y otros funcionarios insisten en que la Corte Internacional de Justicia no puede resolver la disputa.

CARACAS (AP) — Los presidentes de Guyana y Venezuela han expresado su intención de cooperar mientras se preparan para reunirse esta semana con el fin de abordar una creciente disputa en torno a una región rica en petróleo y minerales.

Pero sus posturas diametralmente opuestas en cuanto al papel que debe tener la Corte Internacional de Justicia parecían imposibles de zanjar el lunes.

El mandatario venezolano Nicolás Maduro y otros funcionarios insisten en que el tribunal no puede resolver la disputa, la cual se remonta a más de un siglo. El presidente de Guyana, Irfaan Ali, declaró el domingo que el tribunal es el organismo apropiado para abordar la cuestión.

Guyana presentó el caso ante el tribunal en 2018, pero Venezuela insiste que eso fue una violación a un acuerdo que las naciones sudamericanas vecinas firmaron en la década de 1960.

En una carta dirigida el lunes al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien albergará la reunión de alto nivel del jueves, Maduro dijo que imponer a la CIJ como una autoridad para encontrar solución a la disputa contraviene «los compromisos asumidos entre las partes».

La disputa en torno al Esequibo, que representa dos tercios de Guyana y colinda con Venezuela, empeoró después de que Venezuela celebró un referendo el pasado 3 de diciembre para reclamar soberanía sobre la región ubicada cerca de enormes depósitos de petróleo.

Venezuela sostiene que el Esequibo estuvo dentro de sus fronteras durante el periodo colonial español, y rechaza la frontera trazada por árbitros internacionales en 1899, cuando Guyana estaba bajo dominio británico. Funcionarios venezolanos también arguyen que un acuerdo firmado en 1966 entre su país, Gran Bretaña y la colonia de Guyana Británica anula en efecto el fallo arbitral original.

Ali dijo que viajará de buena fe a San Vicente, una isla ubicada en el este del Caribe. Guyana no negociará con Venezuela, añadió, insistiendo que el caso sea escuchado por la CIJ en Holanda, como tenía previsto.

«El mundo está con nosotros», declaró.

En contraste, Venezuela presentó el viernes lo que funcionarios describieron como el nuevo mapa oficial, el cual incluye al Esequibo como parte de su país.

Otros gobernantes, incluido el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, también han sido invitados a la reunión del jueves.

Cuando se le preguntó si Estados Unidos había comprometido alguna ayuda militar, Ali dijo que firmó un acuerdo de defensa con Washington para garantizar que continúen «importantes programas y ejercicios de entrenamiento».

«No queremos ningún conflicto», declaró. «No queremos ninguna guerra».

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, anunció la creación de una comisión para llevar a cabo consultas sobre cuál debe ser la propuesta de Venezuela para la reunión. La comisión incluye al fiscal general, al presidente de la Asamblea Nacional y al ministro de Defensa.

El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yván Gil, dijo el lunes a los reporteros que toda decisión debe ser mutua. En un video publicado el día anterior en redes sociales señaló que se reunió con su homólogo en Guyana, así como con los presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

En San Vicente y las Granadinas, Gonsalves dijo en un comunicado difundido durante el fin de semana que los dos organismos creen que existe una «necesidad urgente por desescalar el conflicto» e introducir el diálogo. Destacó que Alí acordó abordar la controversia con Maduro, a pesar de que el Parlamento de Guyana le recomendó en una votación unánime que no lo hiciera.

«Permítannos llegar a una resolución para que esta histórica reunión sea exitosa», dijo Gonsalves. «Hay mucho en juego para nuestra civilización caribeña y latinoamericana».

Proceso