De por sí están las cosas como están de mal, con el ambiente más adverso de la historia reciente en la actitud de la federación hacia Nuevo León, que quien sabe qué pecado cometimos los oriundos de estas tierras para tener “los representantes” que tenemos (pero no tenemos) en el Senado de la República, también conocido, como “La Tribuna Máxima”.
¿O deveras usted cree que Luis David Ortiz Salinas, Indira Kempis Martínez y Víctor Fuentes Solís cumplan con el encargo de representarlo a usted, al vecino (a la vecina) y a mí en el Senado?
Juan Carlos Valdez, un buen analista político, escribe: “La gente de Nuevo León desconoce si tienen o no representante en el Senado de la República… Indira anda promoviendo su negocio de Bitcoins, ya hasta se quitó su disfraz de feminista o al menos no se ha pronunciado por los casos de feminicidios en el Estado… ah se me olvidaba que también es de MC”.
En esta democracia coja que vivimos le voy a decir la neta del planeta: Luis David Ortiz Salinas es de todos sabido que llegó al senado porque era el suplente del ahora gobernador Samuel García, pero esa candidatura se la ganó más por sus relaciones familiares que por su capacidad profesional o política.
Pero no se vaya con la finta: Luis David no representa a Nuevo León ni a la ciudadanía. Está en su curul para cuidar los intereses del poderoso despacho de abogados en el que medra, y en el cual no importa el color, ni las siglas de tu partido político, color de piel o religió, sino lo ancho de las chequeras de tu cartera de clientes.
Asimismo, Indira Kempis Martínez si algo ha demostrado a lo largo de su cortísima carrera que comenzó como agitadora en la vida pública del estado, es como echar a perder lo que está funcionando… Pero peor se la platico, la dama no sabe que es una ignorante… Para lo que le conviene.
¿Porque qué tal su pingüe negocio con los bitcoins? A esos sí les pone atención, a legislar, pues no.
Y Víctor Fuentes Solís, pues ya ve usted que primero había hecho el corajito y renunció al PAN porque no lo hicieron candidato a la gubernatura. Pero que haya renunciado al PAN no significa que haya renunciado a su curul, a la cual, tras su frustrada aventura, regresó muy orondo, a dormir en la comodidad del sillón en el Salón de Sesiones.
Víctor, como muchos expedientes en México, duerme el sueño de los justos en su curul mientras sueña que a la otra se le hace la gubernatura.
Este trío me recuerda a los otros tríos, los musicales rascatripas, que con más pena que gloria se pasean en las madrugadas esperando quien los contrate para cantar una serenata… Y si el cliente no llega, pues ellos se van en blanco.
¿O qué iniciativa de ley de calidad se les ha visto?
Los tres se sacaron la lotería casi sin comprar boleto, porque la dieta que reciben como senadores de la república, ya la quisieran altos ejecutivos de trasnacionales.
Ah, y de eso, de “sus sueldazos”, ellos no se gastan ni un peso, porque para eso tienen “gastos de representación”, los cuales sufragamos usted y yo.
¿Ya pensó en por quién va a votar para que sea su senador o senadora en el 2024?