Mientras Uvalde vive su duelo, las autoridades continúan reconstruyendo los pasos que siguió Salvador Ramos para perpetrar el ataque.
- Tras atacar a su abuela y anunciar sus planes en redes sociales, tomó la camioneta de la familia, y condujo hasta el plantel.
- La respuesta de las autoridades ha despertado indignación, críticas y cuestionamientos de las familias afectadas.
En medio del duelo y del estupor por la muerte de 19 niños y dos maestras de la escuela primaria Robb, la comunidad de Uvalde, Texas, tiene preguntas; entre ellas, por qué los policías reaccionaron aparentemente de forma tardía al reporte de un tirador activo dentro de la escuela, sobre todo cuando las distancias en esa comunidad son muy cortas.
“Yo estaba en el recreo y el entrenador estaba fuera del portón. Empezó a decir ‘vamos, vamos, vamos, vamos’; dijo “corran rápido, lo más rápido que puedan”, porque supongo que vio al atacante, y entonces todos empezamos a correr”, comentó Adelyn Garza, sobreviviente del tiroteo de Texas.
“Todos estábamos en pánico porque no sabíamos lo que estaba pasando. todo lo que vimos fueron a muchos policías y la patrulla fronteriza entrando a la cafetería. y todos estábamos escondidos detrás del mostrador de la cafetería cuando sucedió”, comentó Chance Aguirre, sobreviviente del tiroteo en Texas.
Chance Aguirre y Adelyn Garza no tienen más de diez años de edad; el martes, su hora de descanso en la primaria Robb, en Uvalde, Texas, se convirtió en una escena de terror que ahora tiene a la comunidad en duelo.
Este jueves, nueve de los cuerpos de las víctimas fueron entregados a sus familiares; en diversos espacios se multiplican los homenajes y recuerdos para una comunidad que ahora se asume rota.
“Mi niño fue a la escuela Robb y conoció a todos. unos son familiares, unos iban pa la casa a jugar con mi hijo. Esto no se puede olvidar tan rápido, nomás hay que rezar por las familias”, dijo Jaqueline Aguilar, habitante de Uvalde, Texas.
“Son hijos de nosotros, no son nomás estudiantes. Ellos son la familia de nosotros”, apuntó Sofía Aguilar, habitante de Uvalde, Texas.
¿Qué se puede hacer en este país para acabar con tiroteos así?
“Que hagan algo. Que, que, que no nada más esperen a que esta tragedia empiece, ¡a que alguien haga esto! que no se les olvide cuando esto se acabe, en semanas. que hagan algo ahorita. ¡ahí estaba mi nieta! ¡y era una niña inocente!”, señaló la abuela de Amerie Garza, víctima de la matanza en Texas.
“La pancarta dice: “Dios los bendiga”. “Recen por las familias”. “Fuerza, Uvalde”, o sea que seamos fuertes aquí en Uvalde. Es todo un shock para toda la comunidad. No nos esperábamos algo así en una comunidad pequeña, pero como dicen, puede pasar donde sea”, comparte Alex Covarrubias, habitante de Uvalde.
“Yo anoche recibí llamadas de agentes que estuvieron en el tiroteo, que también necesitan un apoyo, toda la comunidad, autoridades, médicos, familias, necesitamos orar, necesitamos unirnos”, dijo Jaime Panyagua, párroco de San José en Del Río, Texas.
La tragedia no se quedó en las aulas de la primaria; horas después de dejar una ofrenda floral en memoria de la maestra Irma García, de 46 años de edad, una de las dos adultas asesinadas, su esposo, Joel García, regresó a su casa solo para morir a consecuencia de un infarto; la pareja deja cuatro hijos.
Mientras Uvalde vive su duelo, las autoridades continúan reconstruyendo los pasos que siguió Salvador Ramos para perpetrar el ataque; se informó hoy que tras atacar a su abuela y anunciar sus planes en redes sociales, tomó la camioneta de la familia, y condujo hasta el plantel; antes, estrelló el vehículo en una zanja contigua sobre la calle Geraldine.
“A las 11:28 am, él estaba sentado allí en el vado, salió del lado del pasajero. Según testigos, con un rifle de arma larga y una bolsa”, señaló Víctor Escalon, director regional de Seguridad Pública en Texas.
A las 11.40 de la mañana, con dos armas AR15 y más de 300 cartuchos, salvador entró a la escuela por una puerta que, según las autoridades, no estaba cerrada con llave y no tenía alguna otra obstrucción o seguro; el joven estuvo durante más de una hora atrincherado y atacando a los alumnos antes de ser abatido, a las 12.58 por elementos de la Patrulla Fronteriza.
“Salvador gira a la izquierda a un salón de clases. un salón de clases que tiene las puertas abiertas en medio. los oficiales están allí, los oficiales iniciales que recibieron disparos. Inicialmente no ingresan por los disparos que recibieron. Así que tenemos oficiales que piden recursos adicionales”, explicó Víctor Escalon, director regional de Seguridad Pública en Texas.
Se sabe que entre la casa de los abuelos y el plantel hay menos de 1 kilometro de distancia, que se camina en apenas diez minutos; que antes de entrar a la escuela, salvador habría atacado a las empleadas de una casa funeraria que está muy cerca y que tampoco se enfrentó con ningún policía en la escuela, como se reportó en un principio.
La respuesta de las autoridades ha despertado indignación, críticas y cuestionamientos de las familias afectadas.
“Ahí estuvieron sin el equipo apropiado. yo vi que 15, 20 minutos después llegaron con sus escudos. era para que lo trajeran en sus coches de entrada, no para que se esperaran de 30 a 45 minutos para entrar”, narró Javier Cazares, padre de Jacklyn Cazares, víctima del tiroteo en Texas.
Con información de Francisco Santa Anna, Francisco Villalobos, Samuel Adam y Jorge Ulloa.
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