Diversos países se enfrentan a una recuperación lenta y al ausentismo laboral ante los crecientes contagios.
La creciente variante ómicron está complicando la recuperación de una economía mundial que continúa siendo sacudida por el caos de la cadena de suministro, el ausentismo de los trabajadores y las líneas de montaje vacilantes.
Los supermercados están luchando para abastecer los estantes en medio de una escasez crónica de personal. Las aerolíneas están cancelando vuelos. Los fabricantes se enfrentan a interrupciones y las líneas navieras siguen congestionadas . Al mismo tiempo, el aumento de los precios de la energía se suma a la inflación, lo que presiona a los bancos centrales para que eleven las tasas de interés incluso cuando la recuperación se desacelera.
Los optimistas argumentan que el impacto económico de ómicron será limitado ya que las vacunas y los refuerzos permitirán que la enfermedad pase de una fase aguda a una endémica. La secretaria del Tesoro de EU, Janet Yellen, dijo que no espera que la variante descarrile la recuperación de Estados Unidos.
El análisis de Nomura del impacto de ómicron en países afectados tempranamente como el Reino Unido y Canadá muestra ondas de menor duración, descensos más rápidos desde los picos y tasas de mortalidad más bajas que la variante delta. Eso significa que el factor de miedo psicológico pronto podría desaparecer y se desencadenaría la demanda reprimida de servicios.
Aún así, a medida que la pandemia persiste en su tercer año, cada día es más claro que el regreso a la normalidad económica está lejos. La economía mundial ahora está dividida entre los países que viven con el virus y la obstinada búsqueda de China de Covid-zero.
Tales corrientes cruzadas plantean una combinación inusual de desafíos que corren el riesgo de quedar integrados en las perspectivas a largo plazo, según economistas de Citigroup Inc. Sus homólogos de JPMorgan Chase & Co. dicen que el crecimiento global ahora está disminuyendo debido a la resistencia del omicrón.
El Banco Mundial ya ha reducido su perspectiva de crecimiento y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, predijo el viernes un año difícil para los formuladores de políticas, diciendo que 2022 será como “navegar por una carrera de obstáculos”. El FMI publicará nuevas previsiones en los próximos días.
“Existe el riesgo de subestimar el impacto económico del aumento en los casos de omicron”, dijo Tuuli McCully, jefe de economía de Asia-Pacífico en Scotiabank.
“Si bien parece que la gravedad de la variante se reduce y por tanto las consecuencias económicas serían más leves y centradas en el primer trimestre, aún es demasiado pronto para decirlo con certeza dado que los casos se están disparando en muchas partes del mundo”.
El Financiero