Señalética confusa y mapas no actualizados generan molestia en primer día del AIFA

La administración del aeropuerto echó mano del personal de la Guardia Nacional para labores operativas en el abordaje.

Del malestar a la sorpresa. El primer vuelo de VivaAerobus hacia Monterrey desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) debía salir a las 12:30 y lo hizo una hora después porque, de último momento, el piloto dijo que les cambiaron la pista de despegue y se debía actualizar información.

La complicación no fue esa espera arriba de la aeronave, sino la llegada a la terminal en transporte privado por cuestiones prácticas.

Con la idea de llegar con tiempo y disfrutar la inauguración, Eduardo y compañía salieron de Ciudad Azteca a las 8:30 horas, a la altura de la estación del Metro de mismo nombre.

El conductor puso Google Maps como guía, que marcó una distancia de 38 km y un tiempo de una hora cinco minutos.

Cinco minutos después observaron un letrero que refería: AIFA, 25 km, y una flecha hacia adelante.

Sin coincidir en las distancias, se optó por seguir la nueva señalética y confiar en el camino marcado por el gobierno federal. Grave Error.

Luego de un cruce cercano a la estación del Mexibús Puente de Fierro, en Ecatepec, y de seguir las indicaciones públicas, el camino se volvió terracería y luego se terminó. De reversa.

Google Maps se actualizó y la molestia del copiloto era evidente. El tiempo pasaba y no se miraba por dónde llegar. Luego de unos 40 minutos, finalmente, se miró a unos 500 metros el nuevo aeropuerto: “Ahí está, ahí es”.

El nuevo camino era otra terracería y en fila ya circulaban varios autos.

El tope fue un retén militar que pedía a todos regresar y poner en la aplicación: Hospital 200, Tecámac. Entonces se fijó un nuevo tiempo de llegada, 39 minutos.

Guardia Nacional como personal

Ceca de las 11:00 horas, el auto híbrido entró a la Base Militar tras identificarse con credencial oficial del conductor.

El camino para llegar al edificio terminal aún era largo. Al llegar, una multitud gritaba porras al Presidente de México, al tiempo que se vendían boletos de Lotería Nacional para un gran sorteo en puestos móviles.

El tiempo apremiaba para documentar y en mostradores no había gente, lo que contrastaba con la cantidad de personas que recordaban un mitin en el zócalo de la Ciudad de México y generaban la pregunta: ¿cómo llegaron?

La ceremonia inaugural estaba en marcha con los cientos de invitados frente a la gran piedra del sol. Los bocadillos y refrescos esperaban a discreción en largas mesas. Había que pasar el último filtro para el abordaje y el amable personal de la Guardia Nacional daba las indicaciones precisas, aunque no había máquinas para tomar la temperatura ni dispensadores de gel.

Se colocaba el pase de abordar sobre una máquina y se accedía a la máquina de revisión. El personal de la Guardia Nacional también hacía esa labor. En las salas de abordaje caminaba poquísima gente y locales comerciales improvisados que lo mismo ofertan artesanías que casas o donas o tacos o café.

La zona asignada para VivaAerobus y Volaris era la de bajo costo, donde no se requieren aeropasillos y se aborda al subir por una escalera. Luego de bajar a esos espacios vino una grata sorpresa: se tocaba en vivo música tradicional de Nuevo León y Michoacán (testimonio de ello quedó en muchos teléfonos móviles). Con la calma que da estar ya en el asiento asignado, Eduardo concluyó: “Por confiar en la señalética hacia el AIFA perdí hora y media”. En su cabeza no hay un incentivo para volver a usar el AIFA.

Poco antes de las 7 horas de ayer despegó el primer vuelo desde el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), operado por Aeroméxico, con destino a Villahermosa, Tabasco. Alrededor de las 10:30 horas, procedente de Guadalajara aterrizó, a su vez, el primer vuelo comercial, operado por Volaris.

El Economista