Dante gira y deja la puerta abierta a una candidatura de Ebrard por MC en 2024

Definiciones reservadas. Fricción con Colosio. La campaña internacional en Instagram. Cálculos con la oposición.

A fines del 2021 Dante Delgado negaba terminantemente la posibilidad de que Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal fueran candidatos de MC a la Presidencia en 2024. «No somos segundo plato de nadie», advertía. Pero el primer trimestre del año arroja novedades: en privado el líder del partido naranja ya no se muestra tan contundente en su negativa. Ahora solo dice que es cuestión de ver los respectivos proyectos. Tal como lo deslizó días atrás en un show televisivo. 

Parece una definición vaga pero encierra buena parte de la filosofía de Delgado. La semana pasada en un encuentro mínimo en una sede diplomática se le preguntó quién sería el candidato de MC. «No se trata de nombres, sino de proyectos, y nosotros vamos a construir un proyecto que va a aglomerar a toda la oposición y así vamos a ganar la Presidencia», replicó.

En ese horizonte aparece el canciller Ebrard cuyas acciones para ser candidato de Morena se vienen desplomando desde diciembre, con frases polémicas de Andrés Manuel López Obrador que dejan a su emisario ante el mundo en mala posición, desautorizado y sin consistencia. Sobran ejemplos: carta a europarlamentarios, choques con EU o «pausa» de las relaciones con España.

Esto por no mencionar que ya hace algunos meses las designaciones más rutilantes de la Cancillería pasan más por el gusto de Beatríz Gutiérrez Muller que por el cálculo político de Ebrard. 

Ebrard está al tanto de este giro en MC y por eso desde hace semanas refuerza su «campaña internacional». O sea: fotos alrededor del mundo pautadas en la red Instagram donde aparece con mascotas o con familiares, en un intento por conectar con el electorado más distante a Morena, aquel que es jóven, urbano, con interés por el mundo y más alineado potencialmente con una imagen fresca como MC.

En este plano el canciller tiene dos desafíos. El primero es el interno de MC, especialmente porque Luis Donaldo Colosio está interesado en ser candidato a la Presidencia y tiene buena aceptación. Tal vez su dificultad más acuciante sea la mala relación que tiene con hombres clave del entorno de Dante. Esa es una oportunidad para Ebrard.

El otro terreno a disputar es el de la sociedad con el resto del arco opositor. El PRI no tendría demasiado inconveniente en suscribir la candidatura de MC con Ebrard a la cabeza pero respecto al PAN no es una opción tan transitable. La relación de Dante con Marko Cortés no es mala pero suele ser oscilante. 

Si este camino se consolida queda la duda en el aire sobre cuándo pudiera dejar Ebrard el Gobierno. El canciller tiene un gran dispositvo electoral en marcha, asesores y encuestadores que se dan cita en un domicilio en la Colonia Del Valle, en la CDMX. Pero el presidente también pudiera tenerle reservado un ofrecimiento que no es la presidencia pero que Ebrard no dudaría en aceptar: suceder a Luis Almagro en la conducción de la OEA, en Washington DC.

La Política Online