1.- Toda consulta pública consiste en conocer los sentimientos y los deseos de la población sobre un asunto de trascendencia nacional. No es este el caso, Andrés Manuel, y por eso tu consulta pública del NAIM es equivocada. Es absurdo que le pidas al pueblo sus sentimientos o deseos sobre la alternativa de continuar con la construcción en Texcoco o construir dos pistas en Santa Lucía. Además, contravienes el artículo 35 constitucional.
2.- Le estás dando la razón a tus críticos de que gobernarás con populismo: el pueblo no siempre tiene la razón (frase demagógica que funciona para tener contenta a la mayoría sólo por un ratito).
3.- Si de entrada, aún antes de que gobiernes, usas la consulta ciudadana para ver dónde levantas un aeropuerto, Andrés Manuel (y sabemos tu punto de vista con el que sesgarás la libertad de opción de los consultados porque ya decidiste de antemano), terminarás por trivializar las fórmulas de participación ciudadana.
4.- El NAIM no es un tema técnico en blanco y negro: tiene sus matices que no pueden reducirse a una sola y única decisión colectiva. ¡Ojalá así fuera tan fácil la tarea de gobernar, sometiendo cada asunto a consulta popular!
5.- Si insistes con tu consulta tendenciosa del NAIM, provocarás que muchos analistas imparciales y objetivos (porque los hay, aunque sean muy poquitos y no te sigan la corriente), te estén molestando a lo largo de los próximos seis años con la exigencia de que sometas a consulta popular tus demás proyectos de infraestructura. ¿Por qué el NAIM sí y el Tren Maya no? Esa crítica sexenal no te va a gustar, te vas a enojar y vas a meter en el mismo costal a los buenos periodistas, la prensa fifí y la comentocracia que sí te tiene mala voluntad. Y no todos los gatos son pardos.