Escobedo da el (mal) ejemplo

Olvídese usted de la vergüenza: los hechos del lunes en la tarde, cuando un malandro se atrincheró en una patrulla de la Policía de Escobedo armado, deja en claro que es una mentira lo del proyecto de seguridad que nos han presumido como “ejemplar” y con esteroides, o sea el mentado Proxpol.

El hecho no nada más deja por los suelos y en el lodo al jefe de policía, el general Hermelindo Lara Cruz, sino que también salpica y descobija a Andrés Mijes Llovera, alcalde del municipio y la ex alcaldesa y superfuncionaria federal, Clara Luz Flores, quien ahora “ilumina” los destinos de la seguridad nacional… con ese (mal) ejemplo.

O los policías de Escobedo pecaron de inocentes, es decir, los chamaqueó un delincuente con antecedentes por lo mismo, por andar armado… O de plano, las mentiras no las cuecen.

Al confiarse y no ponerle bien las esposas, (si es que acaso lo esposaron) demostraron su impericia… Además de que me dicen expertos, que de los elementos de la patrulla 873 de la Proxpol de Escobedo seguramente uno de ellos fue desarmado por Refugio, de 34 años, a quien intentaban remitir a la FGR por la por portación de otra arma de fuego.

¿O de dónde sacó la segunda pistola Refugio? ¿Dónde la traía escondida, o clavada, como se dice en el argot? Por más mal que le hayan hecho la revisión corporal, una pistola de ese calibre no es fácil de esconder en un cuerpo humano. A menos que Refugio sea un demonio o un ente del más allá.

Porque según la versión oficial al detenido se le practicó un dictamen médico antes de llevarlo a la delegación federal y ni así le detectaron el arma, una 9 milímetros entre sus ropas, que, como ya dije, no es un arma compacta.

Aparte que no explican cómo se quitó las esposas que lo sujetaban con las manos a la espalda.

Ya se imaginará usted el relajo que se armó a unos metros de la puerta del edificio de la Fiscalía General de la República, que por cierto, un delegado dijo en una ocasión que era el más transparente de toda la corporación, y sí, porque su estructura estaba construida en cristal.

Los primeros que mentaron madres ayer fueron los conductores que tuvieron que usar la Carretera a Laredo, donde se encuentra la delegación, por aquello del trabuco vial que se armó.

Pero si como se dice los polis pecaron de inocentes, y serán los que paguen los platos rotos en esta cena macabra, lo mismo había de pasar con sus jefes, por no cuidar los entrenamientos y capacitaciones de gente que tiene la delicada tarea de cuidar a todos los ciudadanos y ciudadanas.

Ay, se me olvidaba que Escobedo también es México y aquí todo son apariencias.

¿Pero usted cree que van a dar la cara el alcalde, la ex alcaldesa y el general? Como decimos en el rancho, lo veo muy ojón pa paloma.

Escobedo seguirá siendo lo mismo: el mal ejemplo nacional de la seguridad.

¿Por cierto, dónde estaba el alcalde Mijes a la hora de los cotorrazos?