En rebaño, como ovejas con pelambres de variados colores pero balando en un sí sostenido, los senadores militarizan al país. Bendita democracia y heroicas ovejas aprobando un Estado militar. Ovejas morenas y ovejas tricolores. Ovejas hambrientas y ovejas engordadas. Ovejas obedientes que siguen a su líder. Ovejas que entregan todo a las Fuerzas Armadas; seguridad pública, las grandes obras sexenales, el control de las calles, tu alma y la mía; lo alumbrado por Guacamaya en los millones de mails abiertos. Adán Augusto pastor de ovejas. Ricardo Monreal, oveja descarriada que vende rebaños de ovejas acarreadas. Ya podrán sentirse orgullosas las ovejas del Senado. No sería la primera vez. En 2019 aprobaron que el ejército dominara la seguridad pública hasta el 2024. Ahora ampliarán el plazo hasta el 2028. Y así, hasta el infinito. ¿Qué ganas con fingir que el peligro no es real?
En Nuevo León, el Fiscal Gustavo Adolfo Guerrero renuncia a su cargo. Cambia su gestión por una notaría. Se había tardado. Antes de que la Fiscalía General de la República atrajera el caso de Debanhi Escobar, Gustavo Adolfo debió renunciar. Polemizando con el Gobernador. Abriendo grietas entre la Fiscalía y Fuerza Civil. Chocando con la Secretaría de Seguridad Pública. Entrando a un callejón sin salida. Las cosas no son lo que parecen. ¿Qué ganas con fingir que el peligro no es real?
Asesinatos de mujeres por ser mujeres. Delincuentes y políticos estrechándose las manos. Cuerpos rafagueados. Ovejas pastando en los campos secos, solo conscientes de una ligera inquietud en el aire. Carne para el matadero. El Estado profundo alimentándose de ovejas tiernas. Canta Pink Floyd “Sheep” de su disco “Animals”, sobre las mansas ovejas que un día, quizá mañana, quizá en 2024, quizá en la 5T, o la 6T, o quizá nunca, se decidan a frenar la voracidad de los perros y de los cerdos; a comenzar la rebelión en la granja. ¿Qué ganas con fingir que el peligro no es real?