Durante 2018, de cada 100 pesos que gastaron los hogares mexicanos en materia de salud; 50 los destinaron para la atención de algún familiar con alguna enfermedad crónica o con discapacidad; 22 para algún padecimiento temporal como gripa o tos; mientras los pesos restantes en trabajo voluntario sin fines de lucro.
Las familias desembolsaron 548 mil 188 millones de pesos en ese rubro, sin embargo en esa cantidad no se incluye el valor del trabajo no remunerado en el cuidado de los pacientes en casa, el cual asciende a 378 mil 210 millones de pesos.
El valor del trabajo no remunerado encaminado al cuidado de la salud contribuyó con el 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB) en nuestro país durante el año pasado, detallaron cifras de organismo.
Además, los mexicanos destinaron 5 mil 656 millones de horas en el cuidado a la salud, de las cuales el 68.5% lo realizaron dentro del hogar, mientras el tiempo restante fue en apoyo a otros hogares o organizaciones sin fines de lucro.
México, enfermo crónico
Este país atraviesa una transición en materia de salud, hace algunos años las primeras causas de muerte eran por enfermedades infecciosas, ahora los padecimientos crónico-degenerativos son la mayor causa de fallecimientos, detalló Daniel Velázquez Cortés, experto en salud pública.
Durante 2017, las tres principales causas de muerte para los mexicanos fueron las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos, de acuerdo con el Inegi.
Una enfermedad crónica, como la diabetes, puede imposibilitar el enfermo al largo plazo, ya que no hay cura. Por tanto, son personas que requieren cuidados paliativos a lo largo de su enfermedad hasta su deceso. En el 78% de los enfermos de cáncer, tercera causa de muerte en el país, requieren de cuidados de este tipo, detalló Velázquez Cortés.
El sistema de salud tiene que tomar a los cuidados paliativos como una de las necesidades primordiales, se deben de generar políticas en torno al final de la vida, tanto a nivel nacional como estatal, se debe llevar esa discusión a las tribunas de los poderes legislativos, aseguró.
“Si tenemos una persona que contrae una enfermedad crónica a los 40 o 50 años, y su esperanza de vida es más de los 80, estamos hablando de que casi la mitad de su vida va a vivir con una padecimiento de ese tipo y con sus consecuencias”, delineó.
Inversión es la prevención
Una inversión a largo plazo sería que el gobierno federal impulsará estrategias de prevención de hábitos saludables, sin embargo “¿cuánto es realmente capaz la población de invertir en sus salud aunque no lo van a ver en corto plazo?”, interrogó el experto en salud global por la Universidad de Barcelona.
“Estas estrategias se deben implementar desde la infancia temprana, porque vas a crear un generación que va crecer sana y se va a mantener sana”, sentenció.
En una inversión a corto plazo se deben impulsar políticas de cobertura integral para la atención de cuidados paliativos, para comenzar trabajar desde que una persona es diagnosticada con una enfermedad crónica o se localiza un candidato a requerir cuidados de esta clase, detalló.
“Es necesario que haya una inversión por parte del gobierno para mejorar los servicios públicos, los cuidados paliativos”, así como para “crear los espacios bases para recursos humanos y equipamiento médico”, recomendó.
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