Partido Conservador en Reino Unido inicia votación para elegir al sucesor de Boris Johnson

El 5 de septiembre se anunciará previsiblemente un ganador sin necesidad de una elección nacional.

Los legisladores del Partido Conservador británico votaron el miércoles en la primera ronda de una elección para el sucesor del primer ministro Boris Johnson.

La contienda interna reemplazará a Johnson, una figura conocida en Gran Bretaña y todo el mundo por sus extravagancias y escándalos, por un líder del partido y primer ministro mucho menos conocido.

Ocho candidatos se han asegurado el respaldo mínimo requerido de 20 legisladores para llegar a la primera ronda. Los 358 legisladores votarán el miércoles por la tarde, y el que obtenga la menor cantidad de votos, así como los que reciban menos de 30, quedarán fuera de la contienda. Habrá nuevas rondas el jueves y, de ser necesario, la semana próxima.

Los últimos dos contendientes se enfrentarán en una ronda final en la que participarán los aproximadamente 180 mil afiliados del partido de todo el país. Se anunciará previsiblemente un ganador el 5 de septiembre, quien será el primer ministro sin necesidad de una elección nacional.

Pocos contendores son figuras públicas de alto relieve. El exjefe del Tesoro, Rishi Sunak, es el favorito de los corredores de apuestas, y tiene la mayor cantidad de decididos declarados, seguido por la secretaria del Exterior, Liz Truss, y la ministra de Comercio, Penny Mordaunt.

Johnson, quien renunció la semana pasada al liderazgo del partido tras una revuelta provocada por escándalos éticos, seguirá como primer ministro interino hasta la elección de su reemplazante.

El conjunto de los candidatos se destaca por su diversidad, con cuatro contendientes de minorías étnicas y cuatro mujeres. Todos han prometido una fuerte reducción de los impuestos, pero Sunak es el único que ha expresado cierta cautela. Se presenta como el candidato de la rectitud fiscal, y dice que el país “necesita honestidad y responsabilidad, no cuentos de hadas” para superar las ondas de choque de la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania.

El Financiero