TikTok y el veto en EEUU que parece a punto de estallar: lo que hay que saber para entenderlo

TikTok lleva a cuestas años difíciles, pero conforme las tensiones crecen, las posibilidades de un veto total cada vez se hacen más tangibles. Un reciente reporte de Bloomberg aseguró que gobierno estadounidense ha sido frontal: o Bytedance vende a TikTok para que tenga dueños norteamericanos, o la app será vetada en breve.

A decir del CEO de TikTok, los temores no podrían ser más injustificados. «TikTok nunca ha compartido o recibido una solicitud para compartir datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino«, dijo su CEO, Shou Zi Chew, al Congreso de Estados Unidos en la que fue una comparecencia más que ríspida.

Los temores de que China utilice su poder para arrebatarle datos a TikTok sobre sus usuarios en Estados Unidos provocó que el país norteamericano vetara la app de todo dispositivo gubernamental y, en una escalada global, al menos otros 10 países han hecho lo mismo.

Todo empezó en 2019. En ese año políticos de Estados Unidos comenzaron una investigación con datos filtrados de TikTok que sugerían que la aplicación recibió órdenes directas del partido comunista para suprimir videos sobre temas sensibles para el partido, lo que indicaba el uso de la aplicación como arma política.

Con el tema creciendo en magnitud, TikTok se defendió por dos frentes: por un lado negó eliminar contenido que fuera sensible para el partido comunista chino; y por otro, garantizó que los datos de usuarios estadounidenses se almacenaban domésticamente en suelo norteamericano y que una petición de datos del gobierno chino no resultaría en que la empresa otorgara la información.

Los temores de TikTok pudieron haber acabado ahí, pero entonces llegó Donald Trump.

La era Trump

Donald Trump

La administración de Trump fue especialmente severa sobre TikTok en los meses siguientes. La CIA fue llamada a involucrarse al tema y a supervisar la operación de TikTok para asesorar sobre si era o no un asunto de seguridad nacional. The New York Times reportó en agosto de 2020 que la CIA llegó a varias conclusiones y las comunicó a la Casa Blanca: sí, había riesgo de que las autoridades de inteligencia chinas intercepten datos de los usuarios de TikTok, pero al menos hasta ese entonces no había evidencia alguna de que ello hubiera ocurrido.

Poco importó el reporte de la CIA. El entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para que TikTok fuera vendido a estadounidenses y dio un plazo de mes y medio para que la compra-venta ocurriera. Para ese entonces, Microsoft estaba en conversaciones para adquirir la app.

Oracle y Walmart resultaron ser los ganadores. TikTok aceptó aliarse con las empresas para operar en Estados Unidos, con la primera fungiendo como el proveedor tecnológico de la plataforma. TikTok consiguió a través de varias apelaciones que la compra-venta se postergara y, llegado enero del 2021, la orden quedó olvidada con la llegada del nuevo presidente de los Estados Unidos. Joseph Biden se convirtió en presidente y sus decisiones dejaron respirar a TikTok, al menos por algunos meses.

La era Biden

Borrón y cuenta nueva. El presidente Biden detuvo las afrentas y en los primeros meses del 2021 eliminó toda apelación que tenía como fin que TikTok concretara la venta o que la app fuera eliminada de las tiendas de Google y Apple.

El tema ‘Estados Unidos contra TikTok’ se enfrío rápidamente, en parte porque no había razón certera para desconfiar de la app, en parte para mostrar un cambio de política nacional menos reactiva.

Influencer

Pero los temores no desaparecieron. Ante la posibilidad de que el presidente Biden volviera a la carga contra TikTok, la empresa comenzó a construir Proyecto Texas, una iniciativa para clonar sistemas internos de TikTok y mudarlos a suelo estadounidense en donde podrían operar en centros de datos de Oracle. La premisa es sencilla: con toda la operación funcionando en el país, TikTok podría replicar Proyecto Texas en cualquier país que tenga dudas sobre una potencial intromisión del gobierno chino en los datos de los usuarios.

La que pintaba desde entonces para ser la solución completa, deja sin atender otros asuntos, según el columnista del Times, Ezra Klein: ¿y si el gobierno chino pudiera alterar el algoritmo de TikTok para dar prioridad a cierto contenido sobre otro? ¿Y si TikTok pudiera utilizarse como arma no solo por el acceso a datos a usuarios, sino por cómo prioriza cierto contenido sobre otro? ¿Y si lo más peligroso de TikTok no es el procesamiento de datos, sino la entrada a que China influya en la cultura de cualquier país del mundo? Después de todo, ese es el temor que lo inició todo cuando en 2019 TikTok fue acusado de tener nexos con el gobierno chino y reprimir contenido vinculado a protestas en Hong Kong.

Los audios filtrados que lo cambiaron todo

El verdadero escándalo se desató cuando en junio de 2021 la reportera Emily Baker-White de Buzzfed News tuvo acceso a audios filtrados que parecían confirmar las peores sospechas: en realidad datos de usuarios de Estados Unidos sí estaban al alcance de personal en China e ingenieros en ese país tuvieron completo acceso a la data entre septiembre del 2021 y enero del 2022. 

«Todo es visto en China» dice en uno de los audios filtrados un miembro del departamento de Confianza y Seguridad de TikTok.

Tiktok Veto

El reporte llegó a comprometer la eficacia del Proyecto Texas. Como le dijo a Buzzfeed Adam Segal, director del programa de política de ciberespacio: «la ubicación física no importa si la data puede todavía ser accedida desde China«.

A partir de ese punto las conversaciones volvieron al terreno de lo hostil. Algunos congresistas presionaron al presidente Biden a tomar acciones más severas y volver al camino que ya había emprendido Trump. Dado que el gobierno estadounidense no planteó las mismas medidas rápidamente, el Congreso optó por introducir iniciativas para vetar la app por completo de Estados Unidos y varias de ellas fueron presentadas en los últimos meses de 2022 y principios de 2023.

Proyecto Texas se ha convertido en el estandarte de TikTok como línea de defensa contra su veto. Una y otra vez su CEO, Shou Zi Chew, se ha dedicado a utilizarle como argumento para garantizar que los datos de usuarios estadounidenses estarán a salvo en territorio norteamericano. El problema es que el argumento ha perdido mucha fuerza después del reporte de Buzzfeed y el descubrimiento de que trabajadores de otros países tienen acceso a información de usuarios de prácticamente todo el planeta, información que TikTok en su momento no comunicó.

Veto

La era actual

Con la desconfianza nuevamente a tope, las conversaciones en torno a TikTok y su potencial veto en Estados Unidos han vuelto al estado que tenían en 2020. Apenas la semana pasada el gobierno de Estados Unidos parece haber sido tajante: o TikTok es vendido o será expulsado, según un reporte de Bloomberg. Los analistas de Bloomberg no están seguros de quién podría comprarle, pero Microsoft ha vuelto a la lista de empresas candidatas potencialmente interesadas en adquirir la app. Mientras tanto, Shou Zi Chew ha llamado a sus usuarios a defender a la aplicación y una y otra vez asegura que los datos de sus 150 millones de usuarios estadounidenses no se comparten ni se compartirán con el gobierno chino.

La conversación ha sido todo menos nítida. Otros temas se mezclan con los del gobierno chino y recopilación de datos, como cuando en su comparecencia con el Congreso, Shou Zi Chew fue cuestionado por congresistas sobre el uso que le dan adolescentes a la app, la responsabilidad que tiene TikTok en la obstrucción de la difusión de fake news y hasta la forma en que personaliza anuncios según los datos recabados de sus usuarios. 

En la discusión acalorada hubo hasta quien le reclamó a Shou Zi Chew por casos familiares de niñas y niños con desórdenes alimenticios presuntamente provocados por la app.

Ceo De Tiktok

Shou Zi Chew en comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos el 23 de marzo.

A diferencia de hace tres años, prácticamente ya no quedan defensores del escepticismo hacia TikTok. A diferencia de hace tres años, no hay un nuevo bando a la vista cuya política de Estado involucre la moderación. Con las tensiones crecientes el último reporte parece ser certero y todo apunta a que es cuestión de tiempo para que TikTok o sea vendido, o sea expulsado de Estados Unidos. El problema con el primer escenario es que, incluso si la casa matriz de TikTok, Bytedance, acepta la venta, el proceso debe tener el visto bueno de China pues implica la exportación de tecnología en su territorio.

Después de algún tiempo en silencio, China ha sido tajante: el Ministerio de Comercio se opondrá firmemente a la venta de TikTok.

Las salidas se terminan y las conversaciones se agotan. Cuando el veto es la única respuesta, todos sabemos lo que pasa: la historia reciente nos enseña que las plataformas o empresas tecnológicas vetadas de Estados Unidos eventualmente se desvanecen en todo occidente.

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