Giorgia Meloni, la primera ministra ultraderechista de Italia

La victoria de Giorgia Meloni en Italia podría implicar retrocesos en derechos de minorías, mujeres, personas LGBT y migrantes.

Los resultados de las votaciones nacionales en Italia han otorgado el triunfo este lunes a Giorgia Meloni, quien se prepara para reemplazar a Mario Draghi y liderar el gobierno más derechista del país desde la Segunda Guerra Mundial.

Los resultados preliminares indican que la coalición de su partido Hermanos de Italia con el partido Forza Italia del exprimer ministro Silvio Berlusconi y Liga del exviceprimer ministro Matteo Salvini, obtuvo alrededor del 44 por ciento de los votos.

La mandataria se convertirá en la primera mujer en gobernar Italia además de ser una de las más jóvenes en ocupar el puesto. Sin embargo, esto no representa una buena noticia para los grupos progresistas.

La narrativa de Meloni se ha centrado en calificar como amenazas a la inmigración, el islam, los grupos de presión LGBT, además de defender una “identidad cristiana” de Europa.

Su partido Hermanos de Italia usa una insignia y un eslogan: ”Dio, patria, famiglia” o “Dios, patria, familia”, que hace eco de sus predecesores fascistas que Meloni se ha encargado de desmentir.

¿Quién es Giorgia Meloni?

Meloni, nació en Roma en 1977, y comenzó su carrera política a los 15 años, impulsada por el deseo de ayudar a redimir a Italia y construir un futuro diferente para su nación, de acuerdo con el portal de su partido.

Ocupó diversos cargos políticos desde los 21 años hasta que en el 2012, se unió al movimiento Hermanos de Italia el cual presidió en 2017.

El partido contendió en las elecciones nacionales del 2018 obteniendo apenas el 4 por ciento de los votos, sin embargo su popularidad creció exponencialmente en parte gracias al rechazo de la política dominante en Italia, que se reflejó también con el apoyo a partidos antisistema como el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga de Salvini.

Meloni ahora se prepara para conformar una coalición gobernante con la ayuda de aliados derechistas del partido -Liga, un partido opuesto a la inmigración y el conservador, Forza Italia- cual podría tomar varias semanas. Se requiere que el presidente de Italia emita una orden para intentar conformar un gobierno.

La mandataria ha criticado la burocracia de la Unión Europea aunque ha dicho que no presionaría para sacar al país del bloque ni de la moneda única. Esto ha alentado políticos recelosos de la organización quienes han sido los primeros en celebrar su victoria preliminar.

El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki felicitó a Meloni vía Twitter, y el partido de la política francesa Marine Le Pen también elogió el resultado, considerándolo una “lección de humildad” para la UE.

Santiago Abascal, líder del partido derechista español Vox, celebró la ventaja de Meloni, tuiteando que “millones de europeos tienen sus esperanzas puestas en Italia”. Meloni “ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos”.

El ascenso meteórico de Meloni en la tercera mayor economía de la Unión Europea ocurre en un momento crucial en el que buena parte del continente atraviesa dificultades debido al elevado precio de la energía, una consecuencia de la guerra en Ucrania, y en el que la determinación de Occidente de mantener un frente unido ante la agresión rusa está siendo puesta a prueba.

Giorgia Meloni vs mujeres, migrantes y grupos LGBT

Para muchas votantes, el triunfo de Meloni es una cuestión de género contra política. Algunas temen pueda intentar erosionar los derechos de las mujeres, incluido el acceso al aborto.

Para sus seguidores, lo que importa es su mensaje conservador de “Dios, patria y familia”, no su género.

Hermanos de Italia tiene raíces en un movimiento neofascista que defendía el legado de Benito Mussolini, que dio premios a las mujeres que tenían muchos hijos.

Oria Gargano, cuya organización BeFree ayuda a mujeres en Roma que han sufrido violencia doméstica, señaló con espanto que la líder de Hermanos de Italia ha presionado para crear cementerios donde enterrar a fetos abortados y colocar los nombres de las mujeres que abortaron, incluso sin su permiso.

Meloni indignó hace poco a algunas mujeres al retuitear un video en el que una mujer era violada en una calle “por el simple hecho de que el que la violaba era un inmigrante”, dijo Gargano.

Meloni ha denostado a la mayoría de los migrantes -hombres en su gran mayoría- que llegan a las costas italianas en barcos de contrabandistas y los ha tachado de aprovechados que no merecen la condición de refugiados.

Durante su campaña electoral, Meloni se ha visto presionada para aclarar si mantendría la ley italiana que legaliza el aborto en las primeras 12 semanas de embarazo, o más tarde si la vida o la salud de la mujer corren peligro. Ella insiste en que respetará la ley, pero quiere que se aplique de forma que se ayude a las mujeres que deciden seguir adelante con el embarazo.

Meloni, que tiene una hija pequeña con su pareja, también critica lo que describe como “grupos de cabildeo” LGTBQse burla del concepto de género fluido y apoya el veto italiano a que personas solteras adopten. Para ella, las familias “tradicionales” son la base de la sociedad.

El Financiero