Sus fotografías encuadraron accidentes automovilísticos, tragedias humanas, crímenes y desastres naturales
Enrique Metinides, el fotógrafo mexicano que destacó en el género de la nota roja por sus imágenes de accidentes automovilísticos, tragedias humanas, crímenes y desastres naturales, murió a los 88 años.
El gremio del periodismo gráfico dio a conocer la noticia de su muerte, registrada a las 9:22 horas de este martes, sin ahondar en muchos detalles. Una publicación del 28 de abril informó que Metinides había sufrido una caída por la que había tenido que ser hospitalizado debido a una fractura craneoencefálica.
“Ha muerto el gran Enrique Metinides, legendario fotógrafo de nota roja y gran maestro de La Prensa”, escribió el reportero de seguridad y justicia Juan Carlos Alarcón en su cuenta de Twitter.
El viernes 6 de abril, el propio Metinides, a través su cuenta de Instagram, confirmó que no se encontraba bien de salud. “Hola buenas noches, he estado un poco mal de salud, pero ya estoy de vuelta con ustedes, aquí con novedades. Saludos”.
Quién era Enrique MetinidesEnrique Metinides (Foto: Cuartoscuro)
No se puede hablar de la nota roja en México sin hablar de Enrique Metinides. Cuando uno piensa en su trabajo, no solamente piensa en los diarios sensacionalistas de la capital del país. También es fácil imaginarse el set de una película de Hollywood.
Las imágenes capturadas por Metinides han ido más allá de las portadas y las páginas de periódicos: con su cualidad fílmica y el misterio de su narrativa se han presentado en galerías y exposiciones de arte.
Con una imagen pone a la muerte enfrente de nosotros mismos. El ruido de los llantos, gritos, golpes, balas, y choques quedan en completo silencio.
Este maestro de la fotografía de sucesos vio casi todo en su vida: terremotos, balaceras, explosiones en estaciones de gasolina, accidentes de autos, autobuses, trenes y aviones, atropellamientos, inundaciones, asaltos, suicidios, asesinatos, crímenes pasionales.
“He visto tantos muertos que si los pusiera uno sobre otro formaría una montaña más alta que el Popocatépetl y podría llenar hasta tres infiernos”, dijo en una entrevista con el diario colombiano El Tiempo
«He visto tantos muertos que si los pusiera uno sobre otro formaría una montaña más alta que el Popocatépetl»
Él nació en la colonia Guerrero, en la Ciudad de México, pero sus papás en Atenas, Grecia. Arribaron al país para vacacionar por su luna de miel sin saber que no podrían regresar por el estallo de la Primera Guerra Mundial.
Su nombre es Jaralambos Enrique Metinides Tsironides y nació en el año de 1934. Dos eventos marcaron lo que se convertiría en su trayectoria y su vida. El primero fue la cercanía con el negocio de revelado, rollos de película, y cámaras fotográficas que tenía su padre. El segundo, su gusto por el film noir y los personajes de gángsters.
Metinides recorría los cines de la calle San Juan de Letrán, en el Centro Histórico, buscando películas de policías y ladrones. Pero fue hasta que su padre le regaló su primera cámara, una Kodak Brownie Junior, y una bolsa llena de rollos, que comenzó a ejercer un trabajo como fotoperiodista.
Y así, de manera autodidacta, entrenó su ojo: primero con monumentos, parques, y tráfico. Después, con los vehículos accidentados que eran trasladados a las delegaciones. Tenía solamente 10 años de edad cuando obtuvo el permiso del agente del Ministerio Público para acompañar a agentes policiacos y retratar las escenas de crímenes, detenciones, accidentes, peleas, y tragedias.Enrique Metinides se convirtió y sería conocido en las calles de la Ciudad de México como «El Niño», ayudante de Antonio Velázquez, «El Indio», reportero de La Prensa (Foto: Twitter/@vlourbano)
“No tenía una educación en el campo de la fotografía, para nada. Aprendía de otros fotógrafos de la prensa con quienes trabajaba y de los comentarios de los editores”, le narró a la curadora alemana Trisha Ziff, directora de “El hombre que vio demasiado”, título del documental que quizá mejor describió a “El Niño”.
Fue el fotógrafo estrella de la nota roja de ese entonces quien le dio su primer trabajo. Enrique Metinides se convirtió y sería conocido en las calles de la Ciudad de México como El Niño, ayudante de Antonio Velázquez, El Indio, reportero de La Prensa.
El hombre que vio demasiado se retiró en 1997, pero continuó viviendo en la Ciudad de México hasta su muerte. Libros, documentales, y exhibiciones sobre su trabajo se han realizado en lugares como el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y el KW Institute for Contemporary Art en Berlín, pero también en Polonia, Inglaterra, España, Holanda, Francia, y más.
“Mi archivo será para mi familia; esa será mi herencia y ellos sabrán qué hacer con las fotos. Por algunas todavía me dan buen dinero. Recién vendí una en Inglaterra y me la pagaron bien. En el extranjero me valoran, incluso más que aquí. Pa’ que vea con quién está hablando”, dijo a Héctor González para Vértigo Político en el 2016.
Info BAE